La Navidad es ante todo una época de tradiciones. Algunas impuestas por años de constumbres (turrón, belenes, postales...). Otras nos las creamos nosotros mismos.
Para mi es una tradición hacer un resumen del año cuando éste toca su fin. Este dos mil nueve no tiene porque ser una excepción.
Para mi el 2009 no ha sido un buen año. Aunque hubieran me hubieran ocurrido las cosas más maravillosas del mundo, la muerte de mi padre lo habría borrado todo. Yo siempre digo que los años solo pueden ser malos cuando has perdido a un ser querido o estás muy enfermo. Y para mi se ha dado el primer caso. Por tanto, es un mal año. El peor de mi vida.
No puedo decir que el resto de las cosas me hayan ido mal. No he perdido el trabajo (algo casi milagroso en estos días). He mantenido a mis amigos. Puedo pagar la hipoteca. Me he comprado un coche muy apañado. Tengo salud. Sigo mis rutinas habituales, que no es poca cosa. En fin. Un año sin cambios si no hubiera sido por la pérdida de mi papa.
Y para el 2010... francamente, con el animo con el que estoy, simplemente, no espero nada. Tan solo, escribir una carta resumen del 2010 y que no me falte nadie más.
martes, 29 de diciembre de 2009
jueves, 17 de diciembre de 2009
Vida
Mi prima Andrea tiene un blog. Le he echado un vistazo y tiene una entrada llamada vida en la que hace un resumen de sus diecisiéte años a través de cortas frases que evocan algunos de sus recuerdos. Mi vida, de momento, es más larga, pero la idea me parece buena, así que voy a copiarla.
Nací en el 1978 en el seno de la familia JL. Vi a luz en la clinica La Milagrosa, en pleno barrio de Chamberi. Mi madre había tenido molestias todo el día, y cuando se quiso dar cuenta estaba de parto. Entonces no había ecografias y pensaban que sería otro niño (que se hubiera llamado Jaime). Mi padre, que cuando naci, andaba por ahi perdido visitando a no se quien, no se podía creer que yo fuese niña. Según mi madre, en cuanto naci tenía los ojos azules, muy abiertos, mirando con gran interés todo cuanto ocurria a mi alrededor. Cuando mi padre fue al registro mi madre le propuso tres nombres: María Isabel, Leticia (con "c") o Mercedes, y mi padre optó por el primero, clásico en la familia de mi madre (mi tia, mi bisabuela y tatarabuela por parte materna se llaman así).
Cuando empecé a andar vieron que torcia mucho la pierna izquierda. En Sanitas me detectaron una luxación congénita del femur, con respecto a la cadera. Dos meses estuve ingresada en la clinica Covesa con un cuadro vulcánico (creo que se dice así) para hacerme la tracción del hueso. Estuve escayolada seis meses. Mi padre me enseñó a andar con más de dos años en El Campo de Tiro.
Mi primer recuerdo visual es mi mano tocando el plástico marrón de la pared del cuarto de estar en casa de mis padres. Me gustaba su sonido. Mi primer recuerdo completo es cuando me operaron la segunda vez para quitarme la placa que me habian puesto en el femur en la primera intervención. Me operó el doctor Espeldegui. Tras la intervención pedí tres huevos fritos con torreznos y natillas de postre, que me trajeron en una copa.
Fui al parvulario en el colegio Santa Teresa. Le señorita se llamaba Ana Belén. Me gustaba mucho dibujar. Mi sueño era tener un caballete y una bicicleta. Conozco a mis amigos del barrio Noelia, Cristina, Soraya, Susi, Rocío, Felipe y Rubén desde que tengo uso de razón. Jugabamos mucho en la calle, particularmente en verano. Mis hermanos me llamaban gorda y buitra. Me peleaba mucho con ellos y alguna vez me zurraban. Me gustaba mucho estar con mis primas Maria del Mar, Cristina, María Jesús y con mi primo José Miguel (alias "Güili" por el amigo de la abeja Maya). Fui por primera vez a Barcelona con dos años. Con cinco a Aguilas (Murcia), con siete a El Campello (Alicante), con nueve a Santa Pola (Alicante) y con once repetimos en Aguilas. Siempre en El pajaro azul, el coche de mi padre, un Renault seis de cinco puertas. Sólo he estado en dos paises extranjeros: Andorra e Italia. No me gusta el avión.
Mi colegio era el Calderon de la Barca y para mi fue una gran frustación no ir a la misma clase que mi amiga Noelia. Mi profe en primero y segundo fue don Esteban y mi compañero de pupitre Simón. Merendaba por las tardes viendo Barrio Sesamo. Veía dibujos en la tele, pero también los telediarios. La radio por las mañanas en mi casa era una religión y Luis del Olmo su profeta.
El primer chico que me gustó se llamaba Javi y era el hijo del compañero de mi padre. Era guapo y muy gracioso, y a mi me encantaba porque me reia mucho con él. ¡Yo tenia cinco años y el solo siete! pero me gustaba estar con él.
No tengo pueblo y siempre lo he echado de menos. Soy muy golosa. Me pusieron gafas con nueve años, tres días después de mi primera Comunión, que es un día del que no guardo buen recuerdo, porque estaba muy tonta y mi vestido era el de mi prima Marichu y no mio propio.
Con catorce años fui al instituto Butarque. Allí conocí a mis actuales amigos. Ya por entonces me gustaba escribir, y era lo que deseaba hacer. Por eso me matriculé en periodismo en la Universidad. Recuerdo la adolescencia como una época complicada para mi a nivel psicológico. De los trece a los dieciseis me sentía rara, extraña, separada del mundo. Pero me lo pasé bien. La universidad la recuerdo como un mero trámite. Ni vivi la intensa vida universitaria pero me abrió la mente porque conocí a gente muy distinta a mi.
No me dedico a lo mio. He dado tumbos por varios trabajos, en general mal pagados. Me pasé muchos año en casa estudiando y saliendo poco, por eso supongo que ahora me gusta ir de un sitio para otro y no parar demasiado en casa. Todavía no tengo muy claro lo que quiero. Con treinta años me compré el piso. Con treintaiuno me compré el coche. Mi padre se ha muerto este año. Es lo más triste que he vivido y le echo de menos.
No se lo que me deparara el futuro. No puedo decir que haya tenido una mala vida, ni mucho menos. Quizás poco intensa en emociones pero si tranquila y apacible. Nunca me ha faltado de nada. No sé si he resumido bien lo que he vivido.
Nací en el 1978 en el seno de la familia JL. Vi a luz en la clinica La Milagrosa, en pleno barrio de Chamberi. Mi madre había tenido molestias todo el día, y cuando se quiso dar cuenta estaba de parto. Entonces no había ecografias y pensaban que sería otro niño (que se hubiera llamado Jaime). Mi padre, que cuando naci, andaba por ahi perdido visitando a no se quien, no se podía creer que yo fuese niña. Según mi madre, en cuanto naci tenía los ojos azules, muy abiertos, mirando con gran interés todo cuanto ocurria a mi alrededor. Cuando mi padre fue al registro mi madre le propuso tres nombres: María Isabel, Leticia (con "c") o Mercedes, y mi padre optó por el primero, clásico en la familia de mi madre (mi tia, mi bisabuela y tatarabuela por parte materna se llaman así).
Cuando empecé a andar vieron que torcia mucho la pierna izquierda. En Sanitas me detectaron una luxación congénita del femur, con respecto a la cadera. Dos meses estuve ingresada en la clinica Covesa con un cuadro vulcánico (creo que se dice así) para hacerme la tracción del hueso. Estuve escayolada seis meses. Mi padre me enseñó a andar con más de dos años en El Campo de Tiro.
Mi primer recuerdo visual es mi mano tocando el plástico marrón de la pared del cuarto de estar en casa de mis padres. Me gustaba su sonido. Mi primer recuerdo completo es cuando me operaron la segunda vez para quitarme la placa que me habian puesto en el femur en la primera intervención. Me operó el doctor Espeldegui. Tras la intervención pedí tres huevos fritos con torreznos y natillas de postre, que me trajeron en una copa.
Fui al parvulario en el colegio Santa Teresa. Le señorita se llamaba Ana Belén. Me gustaba mucho dibujar. Mi sueño era tener un caballete y una bicicleta. Conozco a mis amigos del barrio Noelia, Cristina, Soraya, Susi, Rocío, Felipe y Rubén desde que tengo uso de razón. Jugabamos mucho en la calle, particularmente en verano. Mis hermanos me llamaban gorda y buitra. Me peleaba mucho con ellos y alguna vez me zurraban. Me gustaba mucho estar con mis primas Maria del Mar, Cristina, María Jesús y con mi primo José Miguel (alias "Güili" por el amigo de la abeja Maya). Fui por primera vez a Barcelona con dos años. Con cinco a Aguilas (Murcia), con siete a El Campello (Alicante), con nueve a Santa Pola (Alicante) y con once repetimos en Aguilas. Siempre en El pajaro azul, el coche de mi padre, un Renault seis de cinco puertas. Sólo he estado en dos paises extranjeros: Andorra e Italia. No me gusta el avión.
Mi colegio era el Calderon de la Barca y para mi fue una gran frustación no ir a la misma clase que mi amiga Noelia. Mi profe en primero y segundo fue don Esteban y mi compañero de pupitre Simón. Merendaba por las tardes viendo Barrio Sesamo. Veía dibujos en la tele, pero también los telediarios. La radio por las mañanas en mi casa era una religión y Luis del Olmo su profeta.
El primer chico que me gustó se llamaba Javi y era el hijo del compañero de mi padre. Era guapo y muy gracioso, y a mi me encantaba porque me reia mucho con él. ¡Yo tenia cinco años y el solo siete! pero me gustaba estar con él.
No tengo pueblo y siempre lo he echado de menos. Soy muy golosa. Me pusieron gafas con nueve años, tres días después de mi primera Comunión, que es un día del que no guardo buen recuerdo, porque estaba muy tonta y mi vestido era el de mi prima Marichu y no mio propio.
Con catorce años fui al instituto Butarque. Allí conocí a mis actuales amigos. Ya por entonces me gustaba escribir, y era lo que deseaba hacer. Por eso me matriculé en periodismo en la Universidad. Recuerdo la adolescencia como una época complicada para mi a nivel psicológico. De los trece a los dieciseis me sentía rara, extraña, separada del mundo. Pero me lo pasé bien. La universidad la recuerdo como un mero trámite. Ni vivi la intensa vida universitaria pero me abrió la mente porque conocí a gente muy distinta a mi.
No me dedico a lo mio. He dado tumbos por varios trabajos, en general mal pagados. Me pasé muchos año en casa estudiando y saliendo poco, por eso supongo que ahora me gusta ir de un sitio para otro y no parar demasiado en casa. Todavía no tengo muy claro lo que quiero. Con treinta años me compré el piso. Con treintaiuno me compré el coche. Mi padre se ha muerto este año. Es lo más triste que he vivido y le echo de menos.
No se lo que me deparara el futuro. No puedo decir que haya tenido una mala vida, ni mucho menos. Quizás poco intensa en emociones pero si tranquila y apacible. Nunca me ha faltado de nada. No sé si he resumido bien lo que he vivido.
martes, 10 de noviembre de 2009
El Muro de Berlín
Se cumplen veinte años de la caida del Muro de Berlín. Me recuerdo a mi misma, comiendo con mi familia, y viendo la noticia en el Telediario. Y en el colegio, muchos compañeros, al dibujar el mapa de Europa preguntaban a don Esteban "¿pero pintamos a las Alemanias juntas o separadas?". Yo pensaba que esa pregunta era absurda. Seguían divididas hasta que se acordase la fecha de reunificación y se firmase por todas las partes.
Entonces, cuando era niña (aunque ya contaba con once años) el mundo era sencillo. Se dividia en buenos y malos, americanos y soviéticos, y poco más. Yo tenia mis preocupaciones, creo que como todos los niños, pues tendemos a pensar que los crios nunca piensan o nunca se entristecen, y por experiencia personal puedo decir que no es así. Pero aún con todas las complicaciones, todo era más sencillo, porque todo era blanco negro y no me preocupaba de donde salía el dinero y desconocía el significado de "desgravación fiscal" (termino que Bob Esponja utiliza el día en que decide comportarse como un adulto).
A veces creo que la vida no es tan complicada, y que somos nosotros quienes nos las complicamos. Creo firmemente en esto, pero no es menos verdad que con los años aparecen los matices, los grises, y a veces, las cosas se vuelven un poco confusas. Y no voy a hablar de las ausencias, que recucredecen todo.
El muro de Berlín facilitaba la visión del mundo de todos... aunque era vivir en un engaño. A veces en la dulce ignorancia e inocencia de la niñez. Otras veces en el pésimo autoengaño adulto
Entonces, cuando era niña (aunque ya contaba con once años) el mundo era sencillo. Se dividia en buenos y malos, americanos y soviéticos, y poco más. Yo tenia mis preocupaciones, creo que como todos los niños, pues tendemos a pensar que los crios nunca piensan o nunca se entristecen, y por experiencia personal puedo decir que no es así. Pero aún con todas las complicaciones, todo era más sencillo, porque todo era blanco negro y no me preocupaba de donde salía el dinero y desconocía el significado de "desgravación fiscal" (termino que Bob Esponja utiliza el día en que decide comportarse como un adulto).
A veces creo que la vida no es tan complicada, y que somos nosotros quienes nos las complicamos. Creo firmemente en esto, pero no es menos verdad que con los años aparecen los matices, los grises, y a veces, las cosas se vuelven un poco confusas. Y no voy a hablar de las ausencias, que recucredecen todo.
El muro de Berlín facilitaba la visión del mundo de todos... aunque era vivir en un engaño. A veces en la dulce ignorancia e inocencia de la niñez. Otras veces en el pésimo autoengaño adulto
viernes, 23 de octubre de 2009
Lost
Este blog fue creado, en su día, como algo festivo. Aún así, aqui he introducido alguna carta bastante intimista, personal, digna de mi diario de toda la vida. Supongo que se trata de dos caras de la misma moneda.
¿Qué escribir aqui cuando tu padre fallece de manera inesperada? Porque eso es lo que me ha ocurrido. Que me he quedado sin mi papa. Podría contar un millón de cosas. Como ha sucedido, como me siento, que reflexiones tengo ahora mismo sobre la vida...
Y todas las palabras que pudiera escribir resultarían huecas, vacias. Nada va a devolverme a mi papa. Ni el que yo me encuentre mejor o peor va a influir en ello. Sólo sé que lo he perdido, que nunca lo voy a recuperar, que nunca volverá. Sin embargo, nada de esto causa en mi una emoción especial. No me siento especialmente triste o abatida. ¿Seré un monstruo? Simplemente creo, que todavúa no he caido en la realidad. Que me creo que estoy viviendo una realidad paralela, al estilo de la teoria de la relatividad de Einstein. Y que de un momento a otro, cruzaré de nuevo la barrera espaco-temporal y volvere a encontrarme con mi padre.
De manera absurda, mi cerebro aún tiene la esperanza de que todo esto es mentira, de que esto es una irrealidad. Simplemente, mi consciencia, mi mente, no concibe una vida sin mi padre y por ello cree que todo esto es mentira, no es real, que es sencillamente una pesadilla de la que prontó despertará.
¿Será frivolidad pura y dura? ¿Será inmadurez? ¿Será soberbia? ¿Sera un extraño mecanismo cerebral para seguir adelante y sobrevivir a la pérdida? ¿Será mi falta de empatia? ¿Què será? ¿Por qué no estoy rota de dolor, por qué no me siento desamparada? ¿Por què? ¿Por què?
Mi prima Cristina dice que el cuerpo sigue adelante mitigando los sentimientos, porque es imposible vivir con el dolor inicial que se experimenta al perder al ser querido. Yo he experimentado sorpresa, dolor, pena. Pero se que no al cien por cien. Se que todos estos sentimientos han sido mitigados por el asombro, por la sorpresa de lo inesperado.
Pero se que si Dios me da salud, y vivo uno, dos, veinte o cuarenta años, algunos días, muchos días, varios días, sentiré pena, angustia, desamparo. Porque he perdido a mi padre y ya no lo puedo recuperar. Se ha ido y no volvera. Lo he perdido. Lo he perdido.
¿Qué escribir aqui cuando tu padre fallece de manera inesperada? Porque eso es lo que me ha ocurrido. Que me he quedado sin mi papa. Podría contar un millón de cosas. Como ha sucedido, como me siento, que reflexiones tengo ahora mismo sobre la vida...
Y todas las palabras que pudiera escribir resultarían huecas, vacias. Nada va a devolverme a mi papa. Ni el que yo me encuentre mejor o peor va a influir en ello. Sólo sé que lo he perdido, que nunca lo voy a recuperar, que nunca volverá. Sin embargo, nada de esto causa en mi una emoción especial. No me siento especialmente triste o abatida. ¿Seré un monstruo? Simplemente creo, que todavúa no he caido en la realidad. Que me creo que estoy viviendo una realidad paralela, al estilo de la teoria de la relatividad de Einstein. Y que de un momento a otro, cruzaré de nuevo la barrera espaco-temporal y volvere a encontrarme con mi padre.
De manera absurda, mi cerebro aún tiene la esperanza de que todo esto es mentira, de que esto es una irrealidad. Simplemente, mi consciencia, mi mente, no concibe una vida sin mi padre y por ello cree que todo esto es mentira, no es real, que es sencillamente una pesadilla de la que prontó despertará.
¿Será frivolidad pura y dura? ¿Será inmadurez? ¿Será soberbia? ¿Sera un extraño mecanismo cerebral para seguir adelante y sobrevivir a la pérdida? ¿Será mi falta de empatia? ¿Què será? ¿Por qué no estoy rota de dolor, por qué no me siento desamparada? ¿Por què? ¿Por què?
Mi prima Cristina dice que el cuerpo sigue adelante mitigando los sentimientos, porque es imposible vivir con el dolor inicial que se experimenta al perder al ser querido. Yo he experimentado sorpresa, dolor, pena. Pero se que no al cien por cien. Se que todos estos sentimientos han sido mitigados por el asombro, por la sorpresa de lo inesperado.
Pero se que si Dios me da salud, y vivo uno, dos, veinte o cuarenta años, algunos días, muchos días, varios días, sentiré pena, angustia, desamparo. Porque he perdido a mi padre y ya no lo puedo recuperar. Se ha ido y no volvera. Lo he perdido. Lo he perdido.
jueves, 1 de octubre de 2009
Tengo una corazonada
Tengo una corazonada.
Madrid no va a ser sede olimpica en 2016.
Si el espíritu del barón de Coubertain prevalece, creo que los Juegos Olímpicos irán para Río de Janeiro, pues Brasil es un pais en auge, con un presidente que está tomando medidas para acabar con la pobreza y crear una clase media, y desde el punto de vista económico, en los últimos años, la nación carioca ha experimentado un progreso impresionante en lo que a crecimiento y progreso económico-capitalista se refiere.
Si prevalece la pasta (que suele ser el interés que prima en todos los lugares, incluido el movimiento olímpico) la sede será Chicago, pues siempre el capital privado, cuando presume que va a obtener un beneficio, pone toda la carne (léase dólares) en el asador.
Tokio y Madrid las descarto. En Tokio ya se celebraron unos juegos olímpicos y los del 2008 fueron en China, asi que descarto Asia Oriental como sede. Y Madrid casi imposible, pues en el 2012 las Olimpiadas, dios mediante, serán en Londres, y en las últimas décadas no se repite continente en los Juegos Olímpicos sucesivos. Nos remitimos a las pruebas:
1972: Munich
1976: Montreal
1980: Moscu
1984: Los Angeles
1988: Seul
1992: Barcelona
1996: Atlanta
2000: Sidney
2004: Atenas
2008: Pekín
2012: Londres
Creo que en Madrid se ha cometido el error de base de presentarse en el 2016. Hubiera sido más adecuado, teniendo en cuenta la experiencia histórica presentarse para sede del 2020 o 2024 (joder, ya tendré cuarenta tacos para entonces. Si sigo en el mundo de los vivos, claro). Pero debido al faraonismo de Gallardón se elegió el 2012 al fin y al cabo tiene un 25% de posibilidades de cubrirse de gloria). Y lo siento por Gallardón porque me cae bien, pero creo que eligió mal por su enorme ambición. Ahora todo el mundo está muy volcado, pero si mañana viernes eligen otra ciudad, las criticas no se harán esperar: que si la elección de la fecha no fue la apropiada, que si se ha gastado un montón de dinero para nada, que va a hacer ahora Gallardón... (cosas ciertas, por otra parte).
No voy a decir que no me gustaría que Madrid fuese elegida. La Olimpiada de Barcelona '92 es uno de los mejores recuerdos mediáticos que tengo en mi vida y para mi supuso una gran decepción que mis padres no me dejaran ir ese verano a Barcelona durante la celebración de los Juegos. Pero ya con la visión de adulto, cuando ya no tienes tantas ilusiones y ves el trasfondo de las cosas, y tienes hipoteca y te conviertes, por lo general, en alguien un poco aburrido, monótono y gris en lo que al bolsillo se refiere, prefiero que no den las Olimpiadas a Madrid porque aunque eso generará mucho empleo, se construirán infraestructuras y se mejoraran las vias de comunicación y bla, bla, bla; supondrá que aparezcan unos cuantos impuestos más (que permaneceran forever and ever), que suban los precios de muchas cosas y en suma, que toquen mi maltrecho bolsillo.
En suma: Si Madrid sale elegida me emocionaré. Y si no, quedaré aliviada
Madrid no va a ser sede olimpica en 2016.
Si el espíritu del barón de Coubertain prevalece, creo que los Juegos Olímpicos irán para Río de Janeiro, pues Brasil es un pais en auge, con un presidente que está tomando medidas para acabar con la pobreza y crear una clase media, y desde el punto de vista económico, en los últimos años, la nación carioca ha experimentado un progreso impresionante en lo que a crecimiento y progreso económico-capitalista se refiere.
Si prevalece la pasta (que suele ser el interés que prima en todos los lugares, incluido el movimiento olímpico) la sede será Chicago, pues siempre el capital privado, cuando presume que va a obtener un beneficio, pone toda la carne (léase dólares) en el asador.
Tokio y Madrid las descarto. En Tokio ya se celebraron unos juegos olímpicos y los del 2008 fueron en China, asi que descarto Asia Oriental como sede. Y Madrid casi imposible, pues en el 2012 las Olimpiadas, dios mediante, serán en Londres, y en las últimas décadas no se repite continente en los Juegos Olímpicos sucesivos. Nos remitimos a las pruebas:
1972: Munich
1976: Montreal
1980: Moscu
1984: Los Angeles
1988: Seul
1992: Barcelona
1996: Atlanta
2000: Sidney
2004: Atenas
2008: Pekín
2012: Londres
Creo que en Madrid se ha cometido el error de base de presentarse en el 2016. Hubiera sido más adecuado, teniendo en cuenta la experiencia histórica presentarse para sede del 2020 o 2024 (joder, ya tendré cuarenta tacos para entonces. Si sigo en el mundo de los vivos, claro). Pero debido al faraonismo de Gallardón se elegió el 2012 al fin y al cabo tiene un 25% de posibilidades de cubrirse de gloria). Y lo siento por Gallardón porque me cae bien, pero creo que eligió mal por su enorme ambición. Ahora todo el mundo está muy volcado, pero si mañana viernes eligen otra ciudad, las criticas no se harán esperar: que si la elección de la fecha no fue la apropiada, que si se ha gastado un montón de dinero para nada, que va a hacer ahora Gallardón... (cosas ciertas, por otra parte).
No voy a decir que no me gustaría que Madrid fuese elegida. La Olimpiada de Barcelona '92 es uno de los mejores recuerdos mediáticos que tengo en mi vida y para mi supuso una gran decepción que mis padres no me dejaran ir ese verano a Barcelona durante la celebración de los Juegos. Pero ya con la visión de adulto, cuando ya no tienes tantas ilusiones y ves el trasfondo de las cosas, y tienes hipoteca y te conviertes, por lo general, en alguien un poco aburrido, monótono y gris en lo que al bolsillo se refiere, prefiero que no den las Olimpiadas a Madrid porque aunque eso generará mucho empleo, se construirán infraestructuras y se mejoraran las vias de comunicación y bla, bla, bla; supondrá que aparezcan unos cuantos impuestos más (que permaneceran forever and ever), que suban los precios de muchas cosas y en suma, que toquen mi maltrecho bolsillo.
En suma: Si Madrid sale elegida me emocionaré. Y si no, quedaré aliviada
jueves, 20 de agosto de 2009
Atletismo de chicas
Estos días estoy viendo otro de mis eventos mediáticos clásicos del verano: Los campeonatos del mundo de atletismo al aire libre. Esta vez se disputan en Berlín, y de momento, la palentina Marta Dominguez ha ganado la medalla de oro en los 3000 obstáculos. Me alegro especialmente por ella sobre todo después de la final de las Olimpiadas de Pekín, en la que se cayó en la última vuelta cuando tenía opciones claras de medalla.
La prueba estrella de los campeonatos, aparte del marathon, es la de los 100 metros masculinos, básicamente por su espectacularidad. El record en esta categoria ha ido bajando, décima a décima, en los últimos años, y los más atrevidos osan a aventurar que Usain Bolt podría incluso acercarse a la barrera de los ocho segundos, toda una bestialidad.
Y entonces yo pienso. ¿Qué hay de los cien metros lisos femeninos? es uno de los records más antiguos del atletismo. El 10.49 de hace más de veinte años de la fallecida Florence Griffith no ha sido superado por nadie. ¿Se trata de una marca tan increible como la de Bob Beamon en el salto de longitud? ¿Acaso Florence Griffith era la mejor atleta de todos los tiempos o sencillamente se ponía hasta arriba de sustancias ilegales y ahora como controlan más el tema ya no es posible doparse tanto como para superar la marca? No sé. Pero me resulta curioso que en la prueba masculina el estratosférico record se supere décima a décima con cierta facilidad mientras que el record femenino se presenta como una meta inalcanzable.
Evidenremente una mujer nunca será tan rápida como un hombre. Ni tan fuerte. Si acaso más flexible, pero no se si esto es cierto. No se si alguna vez una mujer bajará de los diez segundos, pero.... ¿tanto cuesta rebasar los 10.49 en la època de la biomecánica?
No se si mis reflexiones se deben a la más simple ignorancia y sencillamente estoy diciendo tremendos disparates o es que no interesa tanto que el atletismo femenino mejore sus marcas porque sencillamente no interesa a nadie el deporte (atelismo) femenino y no se ponen los medios para lograr marcas más espectaculares en la prueba reina de la velocidad
La prueba estrella de los campeonatos, aparte del marathon, es la de los 100 metros masculinos, básicamente por su espectacularidad. El record en esta categoria ha ido bajando, décima a décima, en los últimos años, y los más atrevidos osan a aventurar que Usain Bolt podría incluso acercarse a la barrera de los ocho segundos, toda una bestialidad.
Y entonces yo pienso. ¿Qué hay de los cien metros lisos femeninos? es uno de los records más antiguos del atletismo. El 10.49 de hace más de veinte años de la fallecida Florence Griffith no ha sido superado por nadie. ¿Se trata de una marca tan increible como la de Bob Beamon en el salto de longitud? ¿Acaso Florence Griffith era la mejor atleta de todos los tiempos o sencillamente se ponía hasta arriba de sustancias ilegales y ahora como controlan más el tema ya no es posible doparse tanto como para superar la marca? No sé. Pero me resulta curioso que en la prueba masculina el estratosférico record se supere décima a décima con cierta facilidad mientras que el record femenino se presenta como una meta inalcanzable.
Evidenremente una mujer nunca será tan rápida como un hombre. Ni tan fuerte. Si acaso más flexible, pero no se si esto es cierto. No se si alguna vez una mujer bajará de los diez segundos, pero.... ¿tanto cuesta rebasar los 10.49 en la època de la biomecánica?
No se si mis reflexiones se deben a la más simple ignorancia y sencillamente estoy diciendo tremendos disparates o es que no interesa tanto que el atletismo femenino mejore sus marcas porque sencillamente no interesa a nadie el deporte (atelismo) femenino y no se ponen los medios para lograr marcas más espectaculares en la prueba reina de la velocidad
martes, 11 de agosto de 2009
Verano
El mes de julio junto con el de marzo es uno de mis favoritos del año. No puedo decir lo mismo de Agosto, en el que los días ya empiezan a acortarse y vienen las fiestas de Leganés, en las que siempre la reflexión acude a mi mente en plan ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿adónde voy?. No obstante el verano es mi época favorita del año, y si estoy de vacaciones, mejor que mejor.
Admito que desde que no coincido con mis amigas en las vacaciones, cuando éstas llegan, parece que no me apetecen tanto, pero una vez que me introduzco en el mundo del descanso, lo que no quiero es volver a trabajar. Este año he sufrido bastante el sindrome post-vacacional. En primer lugar por la gran cantidad de trabajo acumulado en mi ausencia (empiezo a creer que soy imprescindible en mi división= y en segundo lugar por la falta de motivación en mi puesto, que cada vez me parece más monótono y aburrido (que lo es).
Pero creo que aunque tuviera el trabajo más apasionante del mundo, si me pagaran sin hacer nada sería feliz. Ya me buscaría mis propias actividades y obligaciones autoimpuestas. Admito que de mayor quiero ser como la Preysler, cuyo único trabajo consiste en cuidarse.
Pero como soy pobre no tendré nunca esa suerte. En fin, volveré a la cruda realidad. Mientras, seguiré disfrutando del resto del verano... aunque sea trabajando
Admito que desde que no coincido con mis amigas en las vacaciones, cuando éstas llegan, parece que no me apetecen tanto, pero una vez que me introduzco en el mundo del descanso, lo que no quiero es volver a trabajar. Este año he sufrido bastante el sindrome post-vacacional. En primer lugar por la gran cantidad de trabajo acumulado en mi ausencia (empiezo a creer que soy imprescindible en mi división= y en segundo lugar por la falta de motivación en mi puesto, que cada vez me parece más monótono y aburrido (que lo es).
Pero creo que aunque tuviera el trabajo más apasionante del mundo, si me pagaran sin hacer nada sería feliz. Ya me buscaría mis propias actividades y obligaciones autoimpuestas. Admito que de mayor quiero ser como la Preysler, cuyo único trabajo consiste en cuidarse.
Pero como soy pobre no tendré nunca esa suerte. En fin, volveré a la cruda realidad. Mientras, seguiré disfrutando del resto del verano... aunque sea trabajando
jueves, 9 de julio de 2009
En memoria a Michael Jackson
Las cosas que vive uno de niño nunca se olvidan. Se graban con fuego en la memoria y en el corazón.
Supongo que por este motivo he sentido la muerte de Michael Jackson. Durante mi más tierna infancia, viví intensamente el momento en el que se estrenó el video de Thriller. Me impactó mucho a mis cinco años. No me daba miedo, lo veía, pero lo de los zombis saliendo de las tumbas, los harapos, las manos que surgían de la tierra... ufff, aterrorizarme no me aterrorizaba, pero no me molaba especialmente ver esas cosas. Durante muchos años no lo volvieron a emitir, y cuando años después, con trece o catorce años lo volví a ver en un programa musical matutino que pusieron un verano (clip, clap, video se llamaba) me alegró mucho poder ver la versión integra, de catorce minutos, y comprobar que era tal y como lo recordaba.
Otro hito de Jackson en mi infancia fue el video de Usa for Africa. Hasta el momento nunca se había hecho eso: reunir a tantos cantantes para recaudar dinero para los hambrientos de Etiopia. Me acuerdo muy bien que la primera vez que vi el video era una tarde, estaba yo en casa, y el locutor insitíó mucho en la gran cantidad de artistas reunidos y la originalidad de la propuesta. En esas fechas, mucha gente llevaba la camiseta blanca con letras azules por la calle.
Lo cierto es que hasta mediados de los noventa, cada video y disco de Michael Jackson era esperado con expectación. Ninguno supero al de Thriller, pero eran buenos. Black or White, Jump, Scream (con su hermana Janet), Do you remeber time? o el video que hizo con Naomi Campbell los repetían hasta la saciedad. Y las canciones eran buenas
Y confieso que una de mis frustraciones infantiles fue no ver Moonwalker, aquella extraña película de Michael Jackson que mi prima Cristina y Jose Miguel si fueron a ver, mientras Mari Mar y yo vimos El oso en los minicines Ideal....
Precisamente por eso, porque durante mi infancia Michael Jackson fue el indiscutible rey del pop, me daba mucha pena estos últimos años cuando sólo era protagonista por sus extravagancias en su vida privada. Cuando le acusaron de pederastia o cuando vi el famoso documental de Telemadrid, comprando compulsivamente, o hablando de su arbol de pensar en Neverland, en cierto sentido se me cayó e mundo a los pies... ¿cómo alguien con tanto talento podía haberse convertido en el hazmerreir de la prensa internacional? ¿Cómo el que fue hábil para comprar los derechos de las canciones de los Beatles, o rodearse de muy buenos guitarristas y coristas en sus conciertos había caido en eso? Una lástima.
Todas estas cosas y muchas más hacen que Michael Jackson tenga un lugar especial en mi corazón. Porque está vinculado a mis primeros años de vida, como Naranjito, Candy Candy, V o ls Olimpiadas de Calgary y Seúl 88. Cuando todo era fácil, bonito y sencillo. Los momentos gloriosos de Michael Jackson forman parte de mi paraiso (la infancia perdida, como dijo Machado). Y por eso siempre le tendré un cariño especial y le recordaré como el que fue en los ochenta: el lider indiscutible del pop. Original en sus canciones y videos, creador de un estilo propio.
El ha muerto pero ha nacido su leyenda...
PD Y veo dificilmente superable el record de ventas de Thriller, un disco excelente
Supongo que por este motivo he sentido la muerte de Michael Jackson. Durante mi más tierna infancia, viví intensamente el momento en el que se estrenó el video de Thriller. Me impactó mucho a mis cinco años. No me daba miedo, lo veía, pero lo de los zombis saliendo de las tumbas, los harapos, las manos que surgían de la tierra... ufff, aterrorizarme no me aterrorizaba, pero no me molaba especialmente ver esas cosas. Durante muchos años no lo volvieron a emitir, y cuando años después, con trece o catorce años lo volví a ver en un programa musical matutino que pusieron un verano (clip, clap, video se llamaba) me alegró mucho poder ver la versión integra, de catorce minutos, y comprobar que era tal y como lo recordaba.
Otro hito de Jackson en mi infancia fue el video de Usa for Africa. Hasta el momento nunca se había hecho eso: reunir a tantos cantantes para recaudar dinero para los hambrientos de Etiopia. Me acuerdo muy bien que la primera vez que vi el video era una tarde, estaba yo en casa, y el locutor insitíó mucho en la gran cantidad de artistas reunidos y la originalidad de la propuesta. En esas fechas, mucha gente llevaba la camiseta blanca con letras azules por la calle.
Lo cierto es que hasta mediados de los noventa, cada video y disco de Michael Jackson era esperado con expectación. Ninguno supero al de Thriller, pero eran buenos. Black or White, Jump, Scream (con su hermana Janet), Do you remeber time? o el video que hizo con Naomi Campbell los repetían hasta la saciedad. Y las canciones eran buenas
Y confieso que una de mis frustraciones infantiles fue no ver Moonwalker, aquella extraña película de Michael Jackson que mi prima Cristina y Jose Miguel si fueron a ver, mientras Mari Mar y yo vimos El oso en los minicines Ideal....
Precisamente por eso, porque durante mi infancia Michael Jackson fue el indiscutible rey del pop, me daba mucha pena estos últimos años cuando sólo era protagonista por sus extravagancias en su vida privada. Cuando le acusaron de pederastia o cuando vi el famoso documental de Telemadrid, comprando compulsivamente, o hablando de su arbol de pensar en Neverland, en cierto sentido se me cayó e mundo a los pies... ¿cómo alguien con tanto talento podía haberse convertido en el hazmerreir de la prensa internacional? ¿Cómo el que fue hábil para comprar los derechos de las canciones de los Beatles, o rodearse de muy buenos guitarristas y coristas en sus conciertos había caido en eso? Una lástima.
Todas estas cosas y muchas más hacen que Michael Jackson tenga un lugar especial en mi corazón. Porque está vinculado a mis primeros años de vida, como Naranjito, Candy Candy, V o ls Olimpiadas de Calgary y Seúl 88. Cuando todo era fácil, bonito y sencillo. Los momentos gloriosos de Michael Jackson forman parte de mi paraiso (la infancia perdida, como dijo Machado). Y por eso siempre le tendré un cariño especial y le recordaré como el que fue en los ochenta: el lider indiscutible del pop. Original en sus canciones y videos, creador de un estilo propio.
El ha muerto pero ha nacido su leyenda...
PD Y veo dificilmente superable el record de ventas de Thriller, un disco excelente
martes, 16 de junio de 2009
Cuanto costa???
No entiendo mucho de economía pero si tengo claros una serie de pensamientos, que para mi son axiomas:
a) El precio lo pone el comprador, no el vendedor
b) Las cosas cuestan lo que se quiera dar por ellas
Creo que estas dos ideas están estrechamente relacionados. No se explicar muy bien la diferencia entre coste y valor, pero si se que son dos conceptos que se confuden.
Para mi un yorkside (o como quiera que se llame el chucho ese) no vale ni un centimo de euro, mientras que otras personas pagan más de seiscientos euros por tener uno. Para mi tiene mucho valor pintar un cuadro, aunque sea en una cutre academia de barrio, y eso no se paga en el mercado salvo que después el autor se convierta en un Picasso.
¿Y cuánto cuesta Cristinao Ronaldo? Todo el mundo está escandalizado por lo que el Real Madrid ha pagado por él. Que si está sobrevalorado, que si no es un precio de mercado, que si es una vergüenza que se pague esa elevada cantidad de dinero en tiempos de crisis... A mi siempre me ha resultado curioso lo bien pagado que se paga el talento, o por lo menos, ciertos talentos. Hay concursos de relatos cortos, de pequeños pueblos, que pagan doscientos euros al ganador por un relato de no más de tres páginas, lo cual, según mi opinión, no implica esforzarse en demasía. Pero siempre me ha llamado la atención lo mucho que se cobra por esto, mientras que otros trabajos, quizás no tan talentosos, pero si más comunes, se remuneran fatal. Imagino que la valoración del talento, es también algo subjetivo.
Es de suponer que el talento con el balón del portugués es como la voz única de Rocío Jurado, o la habilidad peculiar de Indurain para escalar un puerto de montaña, o la exclusividad de pensamiento de Cervantes para escribir El Quijote. Tods ellos hicieron algo singular, algo que ¿sólo ellos? fueron o son capaces de hacer porque son talentosos o por lo menos han trabajado con su taento y han creado algo único, irrepetible. Ahora bien, ¿todos los talentos son igual de costosos? ¿Todos los talentos valen igual?
El talento no tiene precio. Para todo lo demás: mastercard
a) El precio lo pone el comprador, no el vendedor
b) Las cosas cuestan lo que se quiera dar por ellas
Creo que estas dos ideas están estrechamente relacionados. No se explicar muy bien la diferencia entre coste y valor, pero si se que son dos conceptos que se confuden.
Para mi un yorkside (o como quiera que se llame el chucho ese) no vale ni un centimo de euro, mientras que otras personas pagan más de seiscientos euros por tener uno. Para mi tiene mucho valor pintar un cuadro, aunque sea en una cutre academia de barrio, y eso no se paga en el mercado salvo que después el autor se convierta en un Picasso.
¿Y cuánto cuesta Cristinao Ronaldo? Todo el mundo está escandalizado por lo que el Real Madrid ha pagado por él. Que si está sobrevalorado, que si no es un precio de mercado, que si es una vergüenza que se pague esa elevada cantidad de dinero en tiempos de crisis... A mi siempre me ha resultado curioso lo bien pagado que se paga el talento, o por lo menos, ciertos talentos. Hay concursos de relatos cortos, de pequeños pueblos, que pagan doscientos euros al ganador por un relato de no más de tres páginas, lo cual, según mi opinión, no implica esforzarse en demasía. Pero siempre me ha llamado la atención lo mucho que se cobra por esto, mientras que otros trabajos, quizás no tan talentosos, pero si más comunes, se remuneran fatal. Imagino que la valoración del talento, es también algo subjetivo.
Es de suponer que el talento con el balón del portugués es como la voz única de Rocío Jurado, o la habilidad peculiar de Indurain para escalar un puerto de montaña, o la exclusividad de pensamiento de Cervantes para escribir El Quijote. Tods ellos hicieron algo singular, algo que ¿sólo ellos? fueron o son capaces de hacer porque son talentosos o por lo menos han trabajado con su taento y han creado algo único, irrepetible. Ahora bien, ¿todos los talentos son igual de costosos? ¿Todos los talentos valen igual?
El talento no tiene precio. Para todo lo demás: mastercard
viernes, 12 de junio de 2009
Tengo un problema
Creo que tengo un problema con internet. Pensaba que no, pero es cierto. Desde que mi vecino benefactor ha desaparecido (llevaba tres años enganchada a su linea) tengo mono. No es que me pase horas y horas, dandole al navegador. Pero antes, me conectaba veinte minutitos y veia el correo, leia el periódico, me metía en el facebook a cotillear... y ahora ni eso. Y lo hecho de menos, ¡vaya que si lo hecho de menos! Y ahora viene el dilema... ¿me pongo ADSL en mi casa y me voy a vivir allí? ¿Convenzo a mis padres para que lo pongan y yo pago la diferencia? ¿Me pago un mini modem de esos para conectarme cuando quiera? Anda que no me fastidia pagar por lo que he tenido gratis... (e ilegalmente).
Pero la cuestión es, ¿cuántas necesidades irreales se me han creado con las nuevas tecnologías? Ya no hablo de la tele ni de la radio, que conozco desde que nací. Ni del coche, sin el que ahora me costaría vivir, porque son elementos que están ahí, desde siempre, es decir, desde que naci. Hablo de internet, del teléfono movil, del ordenador... de todas aquellas cosas que han ido apareciendo a lo largo de mis treintaiun años de vida, sin las que antes vivía, y de las que ahora me resulta complicado prescindir. Y no es que sea una forofa de todas ellas, pues no me paso enganchada al movil las veinticuatro horas y a veces lo enciendo a las once o doce de la mañana (total, se que nadie me va a llamar). Ni tampoco me paso las horas muertas ante el ordenador... pero siento que si no tengo esa pequeña conexión con los demás es como si me sintiera aislada, como si perdiera la oportunidad de recibir una llamada o mensaje inesperado, que quien sabe si puede cambiar mi vida. Como cuando te llaman tus amigos para que salgas un rato. Antes, sin movil, te quedabas en casa y punto. Ahora cuando ves la llamada perdida y no te has dado cuenta, te llevan los demonios.
En suma, son pequeñas cargas que nos van lastrando, aunque no somos conscientes de ello hasta que un día te quedas sin la conexión gratuita a internet de tu anónimo vecino o te dejas el movil en casa. Pequeñas necesidades, pequeños consumos, que te hacen ser cada vez más dependientes de lo exterior, de lo tecnológico, de lo efimero. Ahora trato de recordar lo que hacía antes de que el internet entrara en mi vida: leía, veía más la tele, dibujaba, imaginaba, pensaba o sencillamente me aburría. Quizás debería hacer eso: volver a lo anterior o directamente recuperar el placer del aburrimiento.
Pero la cuestión es, ¿cuántas necesidades irreales se me han creado con las nuevas tecnologías? Ya no hablo de la tele ni de la radio, que conozco desde que nací. Ni del coche, sin el que ahora me costaría vivir, porque son elementos que están ahí, desde siempre, es decir, desde que naci. Hablo de internet, del teléfono movil, del ordenador... de todas aquellas cosas que han ido apareciendo a lo largo de mis treintaiun años de vida, sin las que antes vivía, y de las que ahora me resulta complicado prescindir. Y no es que sea una forofa de todas ellas, pues no me paso enganchada al movil las veinticuatro horas y a veces lo enciendo a las once o doce de la mañana (total, se que nadie me va a llamar). Ni tampoco me paso las horas muertas ante el ordenador... pero siento que si no tengo esa pequeña conexión con los demás es como si me sintiera aislada, como si perdiera la oportunidad de recibir una llamada o mensaje inesperado, que quien sabe si puede cambiar mi vida. Como cuando te llaman tus amigos para que salgas un rato. Antes, sin movil, te quedabas en casa y punto. Ahora cuando ves la llamada perdida y no te has dado cuenta, te llevan los demonios.
En suma, son pequeñas cargas que nos van lastrando, aunque no somos conscientes de ello hasta que un día te quedas sin la conexión gratuita a internet de tu anónimo vecino o te dejas el movil en casa. Pequeñas necesidades, pequeños consumos, que te hacen ser cada vez más dependientes de lo exterior, de lo tecnológico, de lo efimero. Ahora trato de recordar lo que hacía antes de que el internet entrara en mi vida: leía, veía más la tele, dibujaba, imaginaba, pensaba o sencillamente me aburría. Quizás debería hacer eso: volver a lo anterior o directamente recuperar el placer del aburrimiento.
jueves, 21 de mayo de 2009
Vicios
El otro dá, en una de mis clásicas meditaciones absurdas, me dio por pensar en si tengo vicios. Mi padre dice que vicios hay que tener, pero sólo los justos. Si entendemos el vicio como obrar mal continuadamente (es lo que pone en el diccionario) creo que no tengo ninguno de los considerados clásicos: no bebo alcohol con asiduidad, no fumo, no soy una obsesa del sexo, no soy especialmete noctámbula, no juego a las cartas ni a la loteria, ni me compro ropa o zapatos cada dos por tres... vamos, que creo que soy una aburrida.
El único vicio que reconozco en mi es el de morderme las uñas. Con ese no puedo, y mira que lo he intentado. Ahora voy por mi enésima tentativa pero no sé... desde los cuatro años estoy enganchada a mis uñas y no se bien porqué. lei en un sitio que para evitar hacer esto había que observar cuando te mordías las uñas y tras hacerlo, me descubrí a mi misma comiendome las uñas en pequeños trayectos (de mi casa a la piscina, de mi casa al curro) e incluso algún sábado por la noche. También cuando una uña está mal (en cuanto a forma) tampoco puedo resistirme, ni tampoco ante un padrastro...
Dicen que se debe a la ansiedad, aunque yo no me veo especialmente ansiosa. No sé. Veo as uñas de las artistas y de algunas conocidas y me encantaría tenerlas,pero son más de 24 años de vicio uñil, así que imposible recuperar ese tiempo perdido.
¿Y el deporte? Dado que no es malo no lo considero vicio, aunque a veces admito cierta obsesión mental con el ejercicio.
¿Y el chocolate y los dulces? No los como todos los días, pero reconozco que me gusta tenerlo a mano... por si acaso.
¿Y lo del orden? O al menos a que las ocsas parezcan ordenadas. ¿Vicio? ¿Costumbre? ¿Obsesión? Casí preferiría tener los vicios clásicos...
El único vicio que reconozco en mi es el de morderme las uñas. Con ese no puedo, y mira que lo he intentado. Ahora voy por mi enésima tentativa pero no sé... desde los cuatro años estoy enganchada a mis uñas y no se bien porqué. lei en un sitio que para evitar hacer esto había que observar cuando te mordías las uñas y tras hacerlo, me descubrí a mi misma comiendome las uñas en pequeños trayectos (de mi casa a la piscina, de mi casa al curro) e incluso algún sábado por la noche. También cuando una uña está mal (en cuanto a forma) tampoco puedo resistirme, ni tampoco ante un padrastro...
Dicen que se debe a la ansiedad, aunque yo no me veo especialmente ansiosa. No sé. Veo as uñas de las artistas y de algunas conocidas y me encantaría tenerlas,pero son más de 24 años de vicio uñil, así que imposible recuperar ese tiempo perdido.
¿Y el deporte? Dado que no es malo no lo considero vicio, aunque a veces admito cierta obsesión mental con el ejercicio.
¿Y el chocolate y los dulces? No los como todos los días, pero reconozco que me gusta tenerlo a mano... por si acaso.
¿Y lo del orden? O al menos a que las ocsas parezcan ordenadas. ¿Vicio? ¿Costumbre? ¿Obsesión? Casí preferiría tener los vicios clásicos...
martes, 5 de mayo de 2009
La nueva era en el País Vasco
Hoy comienza el debate de investidura para elegir al nuevo lehendakari en el País Vasco. Patxi López, el elegido, será el primer presidente autonómico no nacionalista de Euskadi. A mi me parece bastante bien, tras treinta años de tiranía nacionalista, que poco a poco ha minado las instituciones y la educación. Me ha hecho gracia la reacción de Ibarretxe (o yo o el caos) que se corresponde con la típica rabieta del que está acostumbrado a mandar y al que de repente, un revés, le saca de quicio, le subleva.
Pero el que cambie el signo político del partido gobernante del País Vasco no creo que cambie muchas cosas. Me gustaría equivocarme y ver como se acometen reformas estructurales de calado por ejemplo, en el terreno de la educación. Pero me temo que no va a ser así, o que aquello que se haga, no va a ser suficiente.
Nunca he visitado el País Vasco. En teoria, no debería opinar, pues como dicen los que llaman a la tertulia de Luis del Olmo "para hablar de Euskadi hay que vivir aqui", argumento que personalmente me parece una patochada. Pero mi opinión tengo, y francamente, creo que la frase de Arzallus "unos mueven el árbol y otros recogen las nueces" reflejan perfectamente lo que ocurre allí. El independentimo vasco no se basa, ni mucho menos, en la supremacia de la raza vasca, en su identidad diferente y otras bobadas que se creen los fanáticos de ETA. El origen del deseo independentista se basa en el dinero, en el deseo de la burguesia vasca en controlar el dinero y el poder institucional (me está quedando un discurso un poco marxista) y ETA, mediante sus atentados, ha ayudado al PNV ha conseguir este objetivo, aún no consumado. Y por supuesto con el beneplácito de muchos ciudadanos de allí (aunque defendemos que el miedo es libre).
Podría extenderme mucho más, pero hoy no me apetece. Esperemos que Patxi López sea el nuevo Obama vasco...
Pero el que cambie el signo político del partido gobernante del País Vasco no creo que cambie muchas cosas. Me gustaría equivocarme y ver como se acometen reformas estructurales de calado por ejemplo, en el terreno de la educación. Pero me temo que no va a ser así, o que aquello que se haga, no va a ser suficiente.
Nunca he visitado el País Vasco. En teoria, no debería opinar, pues como dicen los que llaman a la tertulia de Luis del Olmo "para hablar de Euskadi hay que vivir aqui", argumento que personalmente me parece una patochada. Pero mi opinión tengo, y francamente, creo que la frase de Arzallus "unos mueven el árbol y otros recogen las nueces" reflejan perfectamente lo que ocurre allí. El independentimo vasco no se basa, ni mucho menos, en la supremacia de la raza vasca, en su identidad diferente y otras bobadas que se creen los fanáticos de ETA. El origen del deseo independentista se basa en el dinero, en el deseo de la burguesia vasca en controlar el dinero y el poder institucional (me está quedando un discurso un poco marxista) y ETA, mediante sus atentados, ha ayudado al PNV ha conseguir este objetivo, aún no consumado. Y por supuesto con el beneplácito de muchos ciudadanos de allí (aunque defendemos que el miedo es libre).
Podría extenderme mucho más, pero hoy no me apetece. Esperemos que Patxi López sea el nuevo Obama vasco...
martes, 21 de abril de 2009
El zambombo toca su fn
Se han empeñado en que me compre un coche. El zambombo (nombre familiar del Opel Astra que conduzco) tiene ya dieciocho años y da claros sintomás de senectud. Con más de doscientos mil kilómetros 8cientonoventa y seis declarados, unos treina o cuarenta mil más "ocultos") ha pertenecido a una autoescuela y está con nosotros desde el año noventa y cinco. Le falla el motor de arranque, el alternador no carga bien... pero aún así, va como un tiro y el motor, como dice mi hermano, es indestructible. Pero el otro día falló y como me tuve que llevar el coche de mi padre a trabajar a él le entraron las prisas porque claro, el coche está a punto de convertirse en una pesada carga económica por sus reparaciones constantes. Y aprovechando que la madre de un amigo de mi hermano vende su coche (un Peugeot 206, de cuatro años, diesel, con catorce mil kilómetros) por 5.500 euros (oferta no baladí) pues nada, me están empujando a que me lo compre. Y yo tengo dinero, si, pero si me gasto eso, me quedo casi a cero (con cuatro mil euros). No me preocupa gastarme ese dinero. Lo que me preocupa es no poder ahorrar, porque entre el piso y los gastos que de derivan del mismo, ahorro muy poco dinero. Yo tenía pensamiento de aguantar con el zambombo lo más posible (unos cuatro o cinco años más), para recuperarme un poco en mi economía y comprarme un coche de segunda mano decente. Pero admito que esta oferta no se puede desaprovechar...
Pero me da pena mi Astra. En el invierno es frio y en el verano caluroso, es cierto. No tiene elevalunas eléctrico ni cierre cetnralizado, pero es un coche pesado que me hace sentirme segura cuando conduzco. No quiero fliparme con un coche semi nuevo, rápido, que soy capaz de ponerme a tope y estrellarme a las primeras de cambio. Además el 206 no es umodelo que me guste mucho... Prefiero un Clio, un C-4, un Toyota Corolla.... Pero eso se sale de mi presupuesto actual y de mi presupuesto de los próximos diez años. Es una mierda ser pobre.
Pero me da pena mi Astra. En el invierno es frio y en el verano caluroso, es cierto. No tiene elevalunas eléctrico ni cierre cetnralizado, pero es un coche pesado que me hace sentirme segura cuando conduzco. No quiero fliparme con un coche semi nuevo, rápido, que soy capaz de ponerme a tope y estrellarme a las primeras de cambio. Además el 206 no es umodelo que me guste mucho... Prefiero un Clio, un C-4, un Toyota Corolla.... Pero eso se sale de mi presupuesto actual y de mi presupuesto de los próximos diez años. Es una mierda ser pobre.
martes, 7 de abril de 2009
Perder el sentido de la realidad
He observado a lo largo de los años, que las parejas que llevan muchos años juntos "pierden el sentido de la realidad" en referencia a las relaciones sentimentales. "Anda, si no tienes novio es porque no quieres" o "¿Y cuándo te echas novio?" o bien "¿Cómo te acuestas con uno que acabas de conocer la misma noche?" son algunos de sus comentarios. Y yo siempre pienso que han perdido el sentido de la realidad. Han olvidado, porque hace muchos años que no están en el mercado, que es difícil encontrar una persona con la que compartir tu vida. Quizá encontrar un polvo no es tan complicado (aunque para algunas personas como yo también lo es) pero encontrar una persona a la que quieres, que te quiera, y más a determinadas edades, es complicado. No digo que los emparejados no hayan pasado las dificultades iniciales, pero ya se les ha olvidado. En suma. que según los tiempos que corren, encontrar a alguien es una suerte, una loteria.
También olvidan, o directamente no lo han vivido, lo duro que resulta estar solo. Y que a veces echas de menos los besos, los abrazos, sentirte deseada y querida y por eso tienes sexo por una noche: no solo por el deseo físico, sino por soledad espiritual.
A mi me preocupa haber perdido esto: el sentido de la realidad. Tras dos años de idas y venidas con Juan Carlos y nuestra ruptura definitiva, una parte de mi cree que dentro de unos meses va a encontrar al hombre de su vida. Esa parte ha olvidado que solo he estado con cinco chicos, que solo me he acostado con dos, que nunca he ligado mucho, que siempre he tenido dificultades para relacionarme con el sexo opuesto por mi timidez, que siempre me ha costado mucho enamorarme y que solo he tenido una relacion de verdad, lo cual es bastante patético con mis 31 años de edad. Patético y triste. En cierto sentido he perdido el sentido de la realidad porque he olvidado lo mal que se pasa cuando te tiras dos o tres años sin que nadie te de la mano, sin que nadie te bese en los labios o te abrace o te haga sentir especial.
Ahora estoy disgustada porque Juan Carlos y yo hemos roto para siempre. Mi parte racional dice que es lo correcto pero mi parte emocional está hecha polvo porque sabe que se ha perdido una oportunidad de oro para tener una experiencia vital importantisima: la convivencia con un hombre. Pero se que el berrinche se pasará en unos días. Ahora me queda lo más difícil. La tristeza, la sensación de soledad, la apatía, que un día, de repente, se asentará en mi. Y estaré hecha polvo y luego se pasará en dos días, pero volverá a las pocas semanas, a los meses, porque estará ahi latente, nunca se irá. Desde hace unos años siento que me falta algo, y ese algo es un compañero de viaje, alguien con quien compartir mi vida. Cuando estaba con Juan Carlos esto no lo sentía. Ahora mi sensación de agobio por no tenerlo es mayor porque veo que pasa el tiempo, que cada vez quedan menos hombres, que mis amigos hacen su vida, que mis amigas del barrio viven felizmente casadas con sus niños... en suma... que a veces me siento más sola que la una (aunque se que no lo estoy), sensación que se evaporó durante mi noviazgo con Juan Carlos.
Y así, sólo puedo decir que soy mujer, tengo treinta y un años, y me siento muy sola, incapaz de querer a nadie, perdida, sin rumbo y en el lodo (como el bolero) y muy, muy, muy triste. Muy triste porque el maldito Lobo estepario de Hesse es uno de los caracteres más importantes en mi. Y lo odio
También olvidan, o directamente no lo han vivido, lo duro que resulta estar solo. Y que a veces echas de menos los besos, los abrazos, sentirte deseada y querida y por eso tienes sexo por una noche: no solo por el deseo físico, sino por soledad espiritual.
A mi me preocupa haber perdido esto: el sentido de la realidad. Tras dos años de idas y venidas con Juan Carlos y nuestra ruptura definitiva, una parte de mi cree que dentro de unos meses va a encontrar al hombre de su vida. Esa parte ha olvidado que solo he estado con cinco chicos, que solo me he acostado con dos, que nunca he ligado mucho, que siempre he tenido dificultades para relacionarme con el sexo opuesto por mi timidez, que siempre me ha costado mucho enamorarme y que solo he tenido una relacion de verdad, lo cual es bastante patético con mis 31 años de edad. Patético y triste. En cierto sentido he perdido el sentido de la realidad porque he olvidado lo mal que se pasa cuando te tiras dos o tres años sin que nadie te de la mano, sin que nadie te bese en los labios o te abrace o te haga sentir especial.
Ahora estoy disgustada porque Juan Carlos y yo hemos roto para siempre. Mi parte racional dice que es lo correcto pero mi parte emocional está hecha polvo porque sabe que se ha perdido una oportunidad de oro para tener una experiencia vital importantisima: la convivencia con un hombre. Pero se que el berrinche se pasará en unos días. Ahora me queda lo más difícil. La tristeza, la sensación de soledad, la apatía, que un día, de repente, se asentará en mi. Y estaré hecha polvo y luego se pasará en dos días, pero volverá a las pocas semanas, a los meses, porque estará ahi latente, nunca se irá. Desde hace unos años siento que me falta algo, y ese algo es un compañero de viaje, alguien con quien compartir mi vida. Cuando estaba con Juan Carlos esto no lo sentía. Ahora mi sensación de agobio por no tenerlo es mayor porque veo que pasa el tiempo, que cada vez quedan menos hombres, que mis amigos hacen su vida, que mis amigas del barrio viven felizmente casadas con sus niños... en suma... que a veces me siento más sola que la una (aunque se que no lo estoy), sensación que se evaporó durante mi noviazgo con Juan Carlos.
Y así, sólo puedo decir que soy mujer, tengo treinta y un años, y me siento muy sola, incapaz de querer a nadie, perdida, sin rumbo y en el lodo (como el bolero) y muy, muy, muy triste. Muy triste porque el maldito Lobo estepario de Hesse es uno de los caracteres más importantes en mi. Y lo odio
martes, 24 de marzo de 2009
Pequeños placeres cotidianos
A menudo el estrés, el trabajo, la rutina diaria me hace olvidar las pequeñas cosas que me gustan o que me hacen feliz por unos momentos. Son vivencias sencillas, casi elementales diría yo. Esta s mi lista (no van en orden).
1)Acostarme pronto el domingo por la noche y leer el periódico, el suplemento y hasta las páginas de economía en la cama. Sólo deja de ser divertido cuando empiezo a dar cabezazos por el sueño, pero me encanta.
2)Mi paseito diario en la ciudad Financiera. Veo el atardecer, me encuentro con liebres y perdices, reina el silencio (sólo escucho mis pasos) y con un poco de suerte veo la Osa Mayor y otras estrellas. Es mi momento diario de relax en el trabajo y me ayuda a cargar las pilas.
3)Cuando tenia noviete, me encantaba ir al cine con él, y que me comprase un combo de palomitas y Coca-Cola gigante. O en su casa, ver una peli en DVD juntitos en el sofá. Denro de los placeres en pareja, también me gustaba mucho pasear de la mano con él, por medio de la calle, con un sol espléndido en las tardes de verano.
4)Las fiestas de cumpleaños familiares. Me da igual si el cumple es de mi prima, de mi tío, de mi hermano o de mi abuela. Reunirnos, pasar el rato juntos hablando, discutiendo, me encanta.
5)Que mi amiga Rocío Blanco o mis primas me inviten un domingo por la tarde a tomar café, con tarta y bombones, en una reunión sólo de chicas que no son mis amigas habituales, y hablar de cosas de chicas. Esto me chifla porque supone para mi hablar de temas nuevos con gente que no es mi amiga (sino amigas de mis amigas). Esto me aporta muchísimo y ensancha normalmente mi mente.
6)Llegar a mi casa a las once de la noche, después del trabajo, que mi mami me tenga preparada la cena y sentarme en el sofá, entre mis padres, y ver juntitos la tele un rato. Pero esto solo vale cuando mis padres no están enfadados entre si (cosa habitual en ellos)
7)Bañarme en el mar, escibir mi nombre con mis pies en la arena y concentrarme en el sonido de las olas. Por desgracia, cmo vivo en Madrid, esto no lo puedo hacer a menudo, pero me encanta. Y pasear por la playa es otra de mis debilidades.
8)Cuando el socorrista me sonrie y me da los buenos días. Es que es muy atractivo
9)Cuando escucho el gabinete de Julia Otero y el tema que tratan me gusta especialmente.
10)Cuando un viernes salgo con mis amigos, solo un rato, y nos ponemos a hablar, y la conversación se torna tan interesante que nos tiramos hasta las tantas cuando nuestra intención era tomarnos una copa e irnos. Esto me hce muy feliz también.
11)El fin de semana que viene mi sobrino y mi hermano trabaja, y nos quedamos con él mis padres y yo, y después de jugar vamos al Oh lala y merendamos chocolate con churros, y para completar, baño a mi sobrino y mi padre le cuenta un cuento, inventado, mientras el niño eschucha atentamente.
Conclusión: son pequeñas cosas las que me divierten, y todas ellas son cotidianas y están al alcance de mi mano. ¿Por qué demonios no procuro entonces ser más feliz?
1)Acostarme pronto el domingo por la noche y leer el periódico, el suplemento y hasta las páginas de economía en la cama. Sólo deja de ser divertido cuando empiezo a dar cabezazos por el sueño, pero me encanta.
2)Mi paseito diario en la ciudad Financiera. Veo el atardecer, me encuentro con liebres y perdices, reina el silencio (sólo escucho mis pasos) y con un poco de suerte veo la Osa Mayor y otras estrellas. Es mi momento diario de relax en el trabajo y me ayuda a cargar las pilas.
3)Cuando tenia noviete, me encantaba ir al cine con él, y que me comprase un combo de palomitas y Coca-Cola gigante. O en su casa, ver una peli en DVD juntitos en el sofá. Denro de los placeres en pareja, también me gustaba mucho pasear de la mano con él, por medio de la calle, con un sol espléndido en las tardes de verano.
4)Las fiestas de cumpleaños familiares. Me da igual si el cumple es de mi prima, de mi tío, de mi hermano o de mi abuela. Reunirnos, pasar el rato juntos hablando, discutiendo, me encanta.
5)Que mi amiga Rocío Blanco o mis primas me inviten un domingo por la tarde a tomar café, con tarta y bombones, en una reunión sólo de chicas que no son mis amigas habituales, y hablar de cosas de chicas. Esto me chifla porque supone para mi hablar de temas nuevos con gente que no es mi amiga (sino amigas de mis amigas). Esto me aporta muchísimo y ensancha normalmente mi mente.
6)Llegar a mi casa a las once de la noche, después del trabajo, que mi mami me tenga preparada la cena y sentarme en el sofá, entre mis padres, y ver juntitos la tele un rato. Pero esto solo vale cuando mis padres no están enfadados entre si (cosa habitual en ellos)
7)Bañarme en el mar, escibir mi nombre con mis pies en la arena y concentrarme en el sonido de las olas. Por desgracia, cmo vivo en Madrid, esto no lo puedo hacer a menudo, pero me encanta. Y pasear por la playa es otra de mis debilidades.
8)Cuando el socorrista me sonrie y me da los buenos días. Es que es muy atractivo
9)Cuando escucho el gabinete de Julia Otero y el tema que tratan me gusta especialmente.
10)Cuando un viernes salgo con mis amigos, solo un rato, y nos ponemos a hablar, y la conversación se torna tan interesante que nos tiramos hasta las tantas cuando nuestra intención era tomarnos una copa e irnos. Esto me hce muy feliz también.
11)El fin de semana que viene mi sobrino y mi hermano trabaja, y nos quedamos con él mis padres y yo, y después de jugar vamos al Oh lala y merendamos chocolate con churros, y para completar, baño a mi sobrino y mi padre le cuenta un cuento, inventado, mientras el niño eschucha atentamente.
Conclusión: son pequeñas cosas las que me divierten, y todas ellas son cotidianas y están al alcance de mi mano. ¿Por qué demonios no procuro entonces ser más feliz?
jueves, 12 de marzo de 2009
El día más importante del año
El mes de marzo es junto a julio mi mes favorito del año. Básicamente porque es mi cumpleaños, y porque los días apuntan más largos. No obstante, antes, cuando era más joven, lo vivía con más ilusión. Cuando cumples los 25, hacer años no mola tanto.
No obstante reconozco que soy una fan de los cumples. Me gustan porque me reuno con mi familia y mis amigos y hablamos de lo divino y lo humano. Es una especie de oasis en medio de nuestra vida diaria, llena de estres y de incomunicación. Además suelo comer cosas deliciosas que no suelo ingerir diariamente: empanada, sandwiches, helados... mmmm (aqui se descubre mi gula). Lo cierto es que no entiendo a la gente que el día de su cumple no lo celebra ni hace nada en especial. Algún año, para mi disgusto, he tenido que celebrar mi cumple un día diferente al 28 de marzo y me he sentido triste y apenada. Aún recuerdo cuando siendo niña (cumpliría siete u ocho años) mi aniversario vital cayó el Jueves Santo y ni mis amigas, primas ni mis tíos no pudieron venir. Me recuerdo llorando ante la tarta.
-Pero ¿por qué lloras? -me preguntó mi madre
-¡Porque no ha venido nadie!
-Pero si están tus hermanos.
Esa afirmación me quedo planchada. Lo que yo quería decir es que mis hermanos no eran nadie, porque estaban en casa todos los días y por tanto no considraba su presencia como algo valioso. Lo que me dijo mi madre no me consoló en absoluto y deje de llorar para no mostrarme tan asquerosa con mis hermanos (porque admito que mi reacción de niña aún se mantiene en mi en cierto grado y no valoro tanto la ayuda o presencia de mi hermanos como la de personas ajenas a mi familia directa: sea amigos o familiares lejanos, porque ellos siempre están ahi, su presencia no es extraordinaria).
Supongo que esto me lleva a una reflexión vital. No consideramos valioso lo que tenemos diariamente porque consideramos que es lo normal tenerlo, es lo natural, no dandonos cuenta de que en realidad nuestras pequeñas cosas diarias son privilegios: No todo el mundo tiene hermanos con quien celebrar su cumpleaños
No obstante reconozco que soy una fan de los cumples. Me gustan porque me reuno con mi familia y mis amigos y hablamos de lo divino y lo humano. Es una especie de oasis en medio de nuestra vida diaria, llena de estres y de incomunicación. Además suelo comer cosas deliciosas que no suelo ingerir diariamente: empanada, sandwiches, helados... mmmm (aqui se descubre mi gula). Lo cierto es que no entiendo a la gente que el día de su cumple no lo celebra ni hace nada en especial. Algún año, para mi disgusto, he tenido que celebrar mi cumple un día diferente al 28 de marzo y me he sentido triste y apenada. Aún recuerdo cuando siendo niña (cumpliría siete u ocho años) mi aniversario vital cayó el Jueves Santo y ni mis amigas, primas ni mis tíos no pudieron venir. Me recuerdo llorando ante la tarta.
-Pero ¿por qué lloras? -me preguntó mi madre
-¡Porque no ha venido nadie!
-Pero si están tus hermanos.
Esa afirmación me quedo planchada. Lo que yo quería decir es que mis hermanos no eran nadie, porque estaban en casa todos los días y por tanto no considraba su presencia como algo valioso. Lo que me dijo mi madre no me consoló en absoluto y deje de llorar para no mostrarme tan asquerosa con mis hermanos (porque admito que mi reacción de niña aún se mantiene en mi en cierto grado y no valoro tanto la ayuda o presencia de mi hermanos como la de personas ajenas a mi familia directa: sea amigos o familiares lejanos, porque ellos siempre están ahi, su presencia no es extraordinaria).
Supongo que esto me lleva a una reflexión vital. No consideramos valioso lo que tenemos diariamente porque consideramos que es lo normal tenerlo, es lo natural, no dandonos cuenta de que en realidad nuestras pequeñas cosas diarias son privilegios: No todo el mundo tiene hermanos con quien celebrar su cumpleaños
martes, 24 de febrero de 2009
Mi frivolidad favorita
Admito que soy una persona frivola. No es que me enorgullezca de ello, ni mucho menos. Me hace ser fútil, vana, y tomarme a la ligera cosas importantes. No se trata de desdramatizar lo malo, no. Mi frivolidad me lleva a no penetrar en lo bueno, en lo importante.
Pero hoy hablaré de mi frivolidad positiva, por llamarla de algún modo: Los Oscar de Hollywood. Mis dos sueños periodísticios eran cubrir unos Juegos Olímpicos y retransmitir la gala de los Oscar, o al menos, la alfombra roja, como hace mi compañera de promoción, la alcorconera Cristina Teva. Como no tengo Canal Plus tampoco puedo seguir la gala en directo y no me arriesgo a conectarme a una página web creada ex proceso porque mi conexión a la red de mi querido y anónimo vecino benefactor (Dios le de larga vida) no es muy buena. Me conformo con ponerme el despertador a las cinco de la mañana y escuchar por la radio, a través de la SER, la última hora de los premios, que es donde está la chicha. Antes de que Canal Plus cediera su señal a Cuatro, me veía el resumen de dos horas que siempre echaban al día siguiente, pero eso pasó a la historia. Aún recuerdo, como hace tres años, Canal Plus emitió un programa americano de la Alfombra Roja en abierto y cortó justo cuando comenzó la gala a eso de las dos y media de la madrugada (mi gozo en un pozo).
Me gusta ver los vestidos, el In memoriam. los discursos estúpidos y brillantes, los agradecimientos, todo. Dicen que ya no hay tanto glamour como en los cincuenta y sesenta, pero que quereis que os diga, me encantan los Oscar. Cuando sea rica y tenga el canal Plus los veré una noche en directo. Pero si sueño... ¿por qué no verlos en persona? Es gratis imaginar...
Pero hoy hablaré de mi frivolidad positiva, por llamarla de algún modo: Los Oscar de Hollywood. Mis dos sueños periodísticios eran cubrir unos Juegos Olímpicos y retransmitir la gala de los Oscar, o al menos, la alfombra roja, como hace mi compañera de promoción, la alcorconera Cristina Teva. Como no tengo Canal Plus tampoco puedo seguir la gala en directo y no me arriesgo a conectarme a una página web creada ex proceso porque mi conexión a la red de mi querido y anónimo vecino benefactor (Dios le de larga vida) no es muy buena. Me conformo con ponerme el despertador a las cinco de la mañana y escuchar por la radio, a través de la SER, la última hora de los premios, que es donde está la chicha. Antes de que Canal Plus cediera su señal a Cuatro, me veía el resumen de dos horas que siempre echaban al día siguiente, pero eso pasó a la historia. Aún recuerdo, como hace tres años, Canal Plus emitió un programa americano de la Alfombra Roja en abierto y cortó justo cuando comenzó la gala a eso de las dos y media de la madrugada (mi gozo en un pozo).
Me gusta ver los vestidos, el In memoriam. los discursos estúpidos y brillantes, los agradecimientos, todo. Dicen que ya no hay tanto glamour como en los cincuenta y sesenta, pero que quereis que os diga, me encantan los Oscar. Cuando sea rica y tenga el canal Plus los veré una noche en directo. Pero si sueño... ¿por qué no verlos en persona? Es gratis imaginar...
martes, 17 de febrero de 2009
De la maternidad y las soledades
Mi amiga Noelia ha tenido a su segundo hijo. Con treinta años. Nerea es una niña que se ha adelantado nueve días a la fecha prevista, parecida a su hermano David, dos años mayor que ella. Felipe, el padre, tiene 29 años y dice que se planta aquí.
Todos mis amigos del barrio están casados y tienen hijos. Susi tiene dos niñas (también con treinta años), Cristina, hermana de Noelia, tuvo a Raul con veintisiete tacos, Rubén no tiene niños pero lleva casado tres años (tiene veintiocho), Eli lleva casada un año (tiene veintiocho también) aunque todavía no tiene niños, Vanessa y Carolina, sin hijos y viviendo en pecado, llevan amancebadas con sus respectivos novios más de un año...Yo soy la única que no tiene pareja (lo de la descendencia, de momento, no soy la única) y que vive en casa de sus padres, a pesar de tener piso propio. Y yo que parecía la más espabilada cuando éramos niños...
Mis amigas del instituto (mis amigas-amigas, con las que salgo y viajo) viven aún en casa de sus padres y no tienen niños y no están casadas (aunque casi todas tienen novio). En el curro, somos once chicas, y salvo yo todas están emparejadas (y las edades nuestras comprenden entre los 25 y 42 años). Si, definitivamente soy un bicho raro (por estas y otras circunstancias).
Admito que nunca he sido muy maternal. Los niños me gustan pero sólo un ratito. Cuando lloran mucho me pongo nerviosa y no se como tratarlos. Sin embargo, desde que nació mi sobrino hace tres años y desde que mis amigas tienen niños admito que mi relación con los niños ha cambiado. Me apetece más estar con ellos y los aguanto un poco mejor cuando lloran. Creo que es el reloj biológico.
Cuando cumplí los dieciseis años medité sobre las dos razones principales por las cuales nunca seré madre:
1)No creo encontrar a alguien con quien me apetezca tener un hijo o que le apetezca tener un hijo conmigo
2)O sería muy estricta con ellos o muy blanda, lo cual deriva en dos posibles alternativas: que me odien por represora o que me maltraten y abusen de mi
Pasados doce años desde estas reflexiones (con las que sigo estando de acuerdo) mi perspectiva a cambiado en muchas cosas. Añado un tercer motivo esencial a mi falta de instinto maternzl: mi egoismo y mi cobardía: tener hijos supone renunciar a ti en favor de otros y supone equivocarse cada día, cosa que da pánico a pesar de errar mil veces todos los días. Pero también sé que, como dice mi amiga Rocío Herraiz, puedes vivir sin sexo y sin hijos sin ningún problema, pero te pierdes dos cosas esenciales de esta vida y en cierto sentido no eres una persona completa.
En suma, confieso cierta envidia hacia mis amigas esposas y madres. No sé si me cambiaría por ellas, pero a veces me dan envidia. Hay momentos en los que a mi también me gustaría vivir con un hombre bajo el mismo techo, engendrar hijos, estar embarazada, criar a mis niños... Siento que ahora tengo una energía para hacer esas cosas que dentro de unos años no tendré. Además, como dice mi padre, "la juventud cree que siempre va a ser joven y eso no es así". Es decir, que si no tengo hijos o marido se que algún día, si llego, estaré sola y no tendré a nadie que se ocupe de mi. Me da miedo el llegar a vieja y ponerme enferma y que nadie me pueda echar una mano. En resumen, aunque suelo hacer muchas cosas sola, y disfruto mucho de mi soledad, me aterra la soledad. Lo único que me queda es cuidarme para intentar estar sana siempre y así no tener que depender de nadie y valerme por mi misma. Pero en cierto sentido eso es una loteria y no depende estrictamente de mi ni de mis sanas costumbres.
Vaya, que cada vez veo más posible lo que me autopredije hace muchos años: que no voy a tener descendencia ni pareja. Pero cada vez esa perspectiva me entristece más y me pone más nerviosa
Todos mis amigos del barrio están casados y tienen hijos. Susi tiene dos niñas (también con treinta años), Cristina, hermana de Noelia, tuvo a Raul con veintisiete tacos, Rubén no tiene niños pero lleva casado tres años (tiene veintiocho), Eli lleva casada un año (tiene veintiocho también) aunque todavía no tiene niños, Vanessa y Carolina, sin hijos y viviendo en pecado, llevan amancebadas con sus respectivos novios más de un año...Yo soy la única que no tiene pareja (lo de la descendencia, de momento, no soy la única) y que vive en casa de sus padres, a pesar de tener piso propio. Y yo que parecía la más espabilada cuando éramos niños...
Mis amigas del instituto (mis amigas-amigas, con las que salgo y viajo) viven aún en casa de sus padres y no tienen niños y no están casadas (aunque casi todas tienen novio). En el curro, somos once chicas, y salvo yo todas están emparejadas (y las edades nuestras comprenden entre los 25 y 42 años). Si, definitivamente soy un bicho raro (por estas y otras circunstancias).
Admito que nunca he sido muy maternal. Los niños me gustan pero sólo un ratito. Cuando lloran mucho me pongo nerviosa y no se como tratarlos. Sin embargo, desde que nació mi sobrino hace tres años y desde que mis amigas tienen niños admito que mi relación con los niños ha cambiado. Me apetece más estar con ellos y los aguanto un poco mejor cuando lloran. Creo que es el reloj biológico.
Cuando cumplí los dieciseis años medité sobre las dos razones principales por las cuales nunca seré madre:
1)No creo encontrar a alguien con quien me apetezca tener un hijo o que le apetezca tener un hijo conmigo
2)O sería muy estricta con ellos o muy blanda, lo cual deriva en dos posibles alternativas: que me odien por represora o que me maltraten y abusen de mi
Pasados doce años desde estas reflexiones (con las que sigo estando de acuerdo) mi perspectiva a cambiado en muchas cosas. Añado un tercer motivo esencial a mi falta de instinto maternzl: mi egoismo y mi cobardía: tener hijos supone renunciar a ti en favor de otros y supone equivocarse cada día, cosa que da pánico a pesar de errar mil veces todos los días. Pero también sé que, como dice mi amiga Rocío Herraiz, puedes vivir sin sexo y sin hijos sin ningún problema, pero te pierdes dos cosas esenciales de esta vida y en cierto sentido no eres una persona completa.
En suma, confieso cierta envidia hacia mis amigas esposas y madres. No sé si me cambiaría por ellas, pero a veces me dan envidia. Hay momentos en los que a mi también me gustaría vivir con un hombre bajo el mismo techo, engendrar hijos, estar embarazada, criar a mis niños... Siento que ahora tengo una energía para hacer esas cosas que dentro de unos años no tendré. Además, como dice mi padre, "la juventud cree que siempre va a ser joven y eso no es así". Es decir, que si no tengo hijos o marido se que algún día, si llego, estaré sola y no tendré a nadie que se ocupe de mi. Me da miedo el llegar a vieja y ponerme enferma y que nadie me pueda echar una mano. En resumen, aunque suelo hacer muchas cosas sola, y disfruto mucho de mi soledad, me aterra la soledad. Lo único que me queda es cuidarme para intentar estar sana siempre y así no tener que depender de nadie y valerme por mi misma. Pero en cierto sentido eso es una loteria y no depende estrictamente de mi ni de mis sanas costumbres.
Vaya, que cada vez veo más posible lo que me autopredije hace muchos años: que no voy a tener descendencia ni pareja. Pero cada vez esa perspectiva me entristece más y me pone más nerviosa
martes, 10 de febrero de 2009
Encerrona gay
Quien me iba a decir a mi que acabaría cenando sola con cuatro chicos... gays.
Pues si. Ya puedo presumir de compañero de trabajo homosexual. Ya sabeis, como en toda buena serie de televisión que se precie. Si, yo también tengo trato con un homosexual: Uranio.
El viernes pasado un compañero de trabajo me invitó a cenar a su casa:
- Vaa venir Javi a mi apartamento, ¿te apetece venir a casa a cenar y así le ves?
Javi es un antiguo compañero de Uranio y mio, que se fue del curro en busca de la felicidad y tras varios años con su novia salió del armario y se echó un novio para sorpresa de algunos (otros ya sospechaban de sus inclinaciones). Yo me llevaba muy bien con Javi y me apetecía saber de él.
Ya en el piso vi a Javi, a su respectivo (haciendo honor a los tópicos: el chaval estaba muy bien fisicamente), mi actual compañero de curro, Uranio, y al compañero de piso de éste último desde hace un año.
Entonces Uranio me enseñó el duplex que comparte con su colega desde hace un año. Cuando llegamos al piso de arriba entramos en una pequeña habitación con una cama.
-Y este era mi cuarto, pero ahora es la habitación de los trastos - me explica Uranio
-Ya- responde mi menda
-Bueno... ¿qué te parece?
-Bien, está muy bien
-Ya, ya... pero ¿qué te parece?
-.....
-¿No lo vas pillando?
-¿El qué? ¿Hay algo que pillar?
A mi pregunta ingenua Uranio respondió con una risita. Pasamos en ese momento a una segunda estancia.
-Y esta es la habitación- anuncia Uranio
Cuando vi la cama de matrimonio y que no había más habitaciones comprendí lo que me quería decir. ¡¡Uranio es marica!!
Ni en un millón de años lo hubiera soñado. Uranio, como Javi, había tenido novia muchos años y la dejó, pero después se había puesto a golfear con chicas (o eso creía yo).
-Llevamos más de un año juntos - me explica mi compañero- pero, ¿nunca lo has sospechado?- me pregunta
-Pues no, yo no soy de las que piensa que el irte a vivir con un amigo sea sinónimo de vivir juntos como una pareja. ¡Y yo que te quería apañar con mi amiga Chus! Menudo ojo clínico
Pues si, ni en un millón de años hubiera imaginado que Uranio es gay. No sé, no da el tipo (viva yo y mis prejuicios). En fin.
Me puse a cenar con los cuatro chicos. Hubo un momento en que me sentí como en una película americana, o como Bridget Jones. Nunca había cenado sola con cuatro chicos a la vez. Y menos aún con cuatro homosexuales. En fin, si es que al final tengo razón: la vida me guarda aún muchas sorpresas.
Pues si. Ya puedo presumir de compañero de trabajo homosexual. Ya sabeis, como en toda buena serie de televisión que se precie. Si, yo también tengo trato con un homosexual: Uranio.
El viernes pasado un compañero de trabajo me invitó a cenar a su casa:
- Vaa venir Javi a mi apartamento, ¿te apetece venir a casa a cenar y así le ves?
Javi es un antiguo compañero de Uranio y mio, que se fue del curro en busca de la felicidad y tras varios años con su novia salió del armario y se echó un novio para sorpresa de algunos (otros ya sospechaban de sus inclinaciones). Yo me llevaba muy bien con Javi y me apetecía saber de él.
Ya en el piso vi a Javi, a su respectivo (haciendo honor a los tópicos: el chaval estaba muy bien fisicamente), mi actual compañero de curro, Uranio, y al compañero de piso de éste último desde hace un año.
Entonces Uranio me enseñó el duplex que comparte con su colega desde hace un año. Cuando llegamos al piso de arriba entramos en una pequeña habitación con una cama.
-Y este era mi cuarto, pero ahora es la habitación de los trastos - me explica Uranio
-Ya- responde mi menda
-Bueno... ¿qué te parece?
-Bien, está muy bien
-Ya, ya... pero ¿qué te parece?
-.....
-¿No lo vas pillando?
-¿El qué? ¿Hay algo que pillar?
A mi pregunta ingenua Uranio respondió con una risita. Pasamos en ese momento a una segunda estancia.
-Y esta es la habitación- anuncia Uranio
Cuando vi la cama de matrimonio y que no había más habitaciones comprendí lo que me quería decir. ¡¡Uranio es marica!!
Ni en un millón de años lo hubiera soñado. Uranio, como Javi, había tenido novia muchos años y la dejó, pero después se había puesto a golfear con chicas (o eso creía yo).
-Llevamos más de un año juntos - me explica mi compañero- pero, ¿nunca lo has sospechado?- me pregunta
-Pues no, yo no soy de las que piensa que el irte a vivir con un amigo sea sinónimo de vivir juntos como una pareja. ¡Y yo que te quería apañar con mi amiga Chus! Menudo ojo clínico
Pues si, ni en un millón de años hubiera imaginado que Uranio es gay. No sé, no da el tipo (viva yo y mis prejuicios). En fin.
Me puse a cenar con los cuatro chicos. Hubo un momento en que me sentí como en una película americana, o como Bridget Jones. Nunca había cenado sola con cuatro chicos a la vez. Y menos aún con cuatro homosexuales. En fin, si es que al final tengo razón: la vida me guarda aún muchas sorpresas.
jueves, 5 de febrero de 2009
Los Goya
El domingo por la noche retomé una antigua tradición: ver la gala de los Goya. Hacia unos añitos que no la veia, por pereza, pero decidí que a era hora de dar audiencia al cine español. Me esperaba más de Carmen Machi. Bueno, no de ella sino de los guionistas. No le dieron oportunidad de lucirse. En los Oscar, al presentador normalmente le dejan unos minutos para su video, su monólogo... pero a ella nada de nada. Lo único gracioso fue cuando leyó las críticas del día siguiente. Los gags de Muchachada Nui ni fu ni ni fa. Aunque he de confesar que ese humor tan absurdo no lo entiendo y por eso no me hace gracia. No soy lo suficientemente inteligente para ello. No obstante la gala no me resultó pesada. Lo que la estropeó fue la publicidad. Si no hubiera habido tantos cortes, la retransmisión hubiese sido más fluida.
Las actrices muy monas. me gustaron muchos vestidos. Maribel Verdu iba muy bien. Me molaba el traje de Malenia Alterio y el de Carmen Elias. Me pondría el de Manuela Velasco. Y los chicos, afortunadamente, han descubierto casi todos que el esmoquin o el traje no va reñido con la modernidad.
Admito que no he visto ni una sola película de las premiadas o candidatas. Me animé con Los crimenes de Oxford, pero varios compañeros me quitaron la idea porque me dijeron que era mala. Con Camino, cuando acordé ir a verla, la echaban los domingos por la noche a las diez, y después de las juergas que una se corre el sábado, lo más probable es que a esas horas me duerma en la butaca, así que desisti. Confieso que últimamente no voy mucho al cine, y cuando voy, veo pelis extranjeras. ¿Por qué? En primer lugar no llegan muchas pelis nacionales a la cartelera, y cuando lo hacen, enseguida las suelen quitar por su falta de público. Otras no me seducen mucho. En general, me dan pereza. Creo que puedo citar todas las pelis españolas que he visto en gran pantalla: La Celestina, Juana la Loca, Barrio, Princesas, El arte de morir, El otro lado de la cama, Los lunes al sol, Secretos del Corazón, La mala educacion, Volver, El Camino de los ingleses... y creo que ninguna más.
No soy experta en cine. No sé como se puede resolver su eterna crisis. No me parece bien que subvencionen a todo Cristo (¿por que le dan euros a Almodovar cuando ya está forrado?). Pero no me parece malo como dicen algunos. Como el américano, o el francés, tiene pelis buenasy otras malas. De las que he citado, solo tengo mal recuerdo de dos: El arte de morir (que me pareció muy cutre) y El camino de los ingleses porque no le cogí el punto. Pero en las demás me reí, lloré, me emocioné, o salí encantada como cuando veo algunas pelis extranjeras. Me gustaría que el cine español fuese tan fuerte como el norteamericano. Deberé contribuir a ello
Las actrices muy monas. me gustaron muchos vestidos. Maribel Verdu iba muy bien. Me molaba el traje de Malenia Alterio y el de Carmen Elias. Me pondría el de Manuela Velasco. Y los chicos, afortunadamente, han descubierto casi todos que el esmoquin o el traje no va reñido con la modernidad.
Admito que no he visto ni una sola película de las premiadas o candidatas. Me animé con Los crimenes de Oxford, pero varios compañeros me quitaron la idea porque me dijeron que era mala. Con Camino, cuando acordé ir a verla, la echaban los domingos por la noche a las diez, y después de las juergas que una se corre el sábado, lo más probable es que a esas horas me duerma en la butaca, así que desisti. Confieso que últimamente no voy mucho al cine, y cuando voy, veo pelis extranjeras. ¿Por qué? En primer lugar no llegan muchas pelis nacionales a la cartelera, y cuando lo hacen, enseguida las suelen quitar por su falta de público. Otras no me seducen mucho. En general, me dan pereza. Creo que puedo citar todas las pelis españolas que he visto en gran pantalla: La Celestina, Juana la Loca, Barrio, Princesas, El arte de morir, El otro lado de la cama, Los lunes al sol, Secretos del Corazón, La mala educacion, Volver, El Camino de los ingleses... y creo que ninguna más.
No soy experta en cine. No sé como se puede resolver su eterna crisis. No me parece bien que subvencionen a todo Cristo (¿por que le dan euros a Almodovar cuando ya está forrado?). Pero no me parece malo como dicen algunos. Como el américano, o el francés, tiene pelis buenasy otras malas. De las que he citado, solo tengo mal recuerdo de dos: El arte de morir (que me pareció muy cutre) y El camino de los ingleses porque no le cogí el punto. Pero en las demás me reí, lloré, me emocioné, o salí encantada como cuando veo algunas pelis extranjeras. Me gustaría que el cine español fuese tan fuerte como el norteamericano. Deberé contribuir a ello
martes, 3 de febrero de 2009
Nadal
El domingo por la mañana estuve viendo el partido de Nadal. Gsnó consiguiendo así un hito, pues es el primer español que gana el Open de Australia. Al final, las lágrimas de Federer. No me extraña que llorara como un niño. En el tercer set, Federer ganaba comodamente su servicio, mientras que Nadal sufría y sufría, pero se mantenía. No cedía ni un juego. Es verdad que en el quinto set el suizo jugó peor, pero aún así, no me extraña que desesperara pues ni con su mejor tenis fue capaz de batir a un Nadal en estado de gracia.
Para mi Federer es un jugador más completo que el mallorquín. Tiene mejor técnica bajo mi punto de vista. Nadal desarrolla un juego más de fuerza, pero también arriesgado cuando tiene que serlo. Además tiene una cabeza privilegiada. No le tembló el pulso para levantar varios 15-40 con su servicio. Como dice mi amiga Bodo, Nadal le tiene comida la cabeza a Federer, y por eso le gana.
Aunque según mi modesta opinión Miguel Indurain es el mejor deportista español de todos los tiempos, este Nadal, con permiso de Angel Nieto, Severiano Ballesteros, Martín Fiz y tantos otros, va camino de convertirse en una de las grandes leyendas deportivas de este país. Me asusta el que siempre recalquen su humildad, pues al final, cuando te dicen las 24 horas del día que eres una persona humilde y agradable te lo acabas creyendo y puedes caer en cierto divismo, pero la verdad, me da seguridad ver la actitud sencilla de este joven.
Disfruté mucho de la mañana del domingo, con la nieve, Nadal en la tele y yo haciendo bici estática en casa. Eso si que es deporte.
Para mi Federer es un jugador más completo que el mallorquín. Tiene mejor técnica bajo mi punto de vista. Nadal desarrolla un juego más de fuerza, pero también arriesgado cuando tiene que serlo. Además tiene una cabeza privilegiada. No le tembló el pulso para levantar varios 15-40 con su servicio. Como dice mi amiga Bodo, Nadal le tiene comida la cabeza a Federer, y por eso le gana.
Aunque según mi modesta opinión Miguel Indurain es el mejor deportista español de todos los tiempos, este Nadal, con permiso de Angel Nieto, Severiano Ballesteros, Martín Fiz y tantos otros, va camino de convertirse en una de las grandes leyendas deportivas de este país. Me asusta el que siempre recalquen su humildad, pues al final, cuando te dicen las 24 horas del día que eres una persona humilde y agradable te lo acabas creyendo y puedes caer en cierto divismo, pero la verdad, me da seguridad ver la actitud sencilla de este joven.
Disfruté mucho de la mañana del domingo, con la nieve, Nadal en la tele y yo haciendo bici estática en casa. Eso si que es deporte.
martes, 20 de enero de 2009
Manchegos 16 o como la realidad arruina una buena historia
"J, soy Javier, estuve el viernes con Victoria en Manchegos 16. Llámame por favor. Gracias".
La recepción de este mensaje en mi movil desde un número desconocido fue el inicio de una pequeña aventura de investigación. ¿Cómo ese Javier sabía mi nombre? Cierto es que hay muchos Javis en mi vida: mi primo, mi jefe, varios compañeros de trabajo... pero o bien tengo su número de teléfono, o bien este mensaje no me lo enviarían ellos. ¿Y Victoria? Sólo conozco dos: a Victoria-clon o a mi compañera de la facultad y no las vinculaba con ningún Javier.
Aunque mosqueada porque ese Javier sabía mi nombre, dejé el asunto pasar. Por supuesto eché a volar mi imaginación. ¿Y si contesto y mensaje a mensaje conozco a Javier y resulta que es el hombre de mi vida? Cosas más raras se han visto.
El viernes, a modo de curiosidad enseñé a mis amigas el mensaje. ¡Craso error! Ellas también alimentaron sus fantasias romanticas y rocambolescas. "Victoria y Javier son amantes y se encuentran en un piso situado en Manchegos 16". "Manchegos 16 es un bar de alterne o un local de moda donde suelen ir J. Javier y Victoria" y mil invenciones más. Picada en mi curiosidad, el sábado le envié un mensaje a Javier diciendole que creia que se trataba de un error. Mensaje a mensaje descubro que es el director de la obra social de una entidad financiera y compañero de Victoria, la chica que estudió conmigo en la facultad. Al final ésta me envia un mensaje pidiendome disculpas y diciendomé que por error le habia dado mi movil en vez de el de otra persona que se llama igual que yo.
¡Adiós hombre de mi vida! ¡Adiós historia romántica! ¡Adiós triangulo amoroso! La verdad es que sonaba todo mejor en mi cabeza. Todo era más bonito en mi imaginación. ¡Qué asco de realidad! Pero como dicen en periodismo... no dejes que la realidad te estropee una buena historia.
P.D. Hoy Barack Obama jura su cargo de presidente de Estados Unidos en Washington. Un día histórico, dicen por ahí.
La recepción de este mensaje en mi movil desde un número desconocido fue el inicio de una pequeña aventura de investigación. ¿Cómo ese Javier sabía mi nombre? Cierto es que hay muchos Javis en mi vida: mi primo, mi jefe, varios compañeros de trabajo... pero o bien tengo su número de teléfono, o bien este mensaje no me lo enviarían ellos. ¿Y Victoria? Sólo conozco dos: a Victoria-clon o a mi compañera de la facultad y no las vinculaba con ningún Javier.
Aunque mosqueada porque ese Javier sabía mi nombre, dejé el asunto pasar. Por supuesto eché a volar mi imaginación. ¿Y si contesto y mensaje a mensaje conozco a Javier y resulta que es el hombre de mi vida? Cosas más raras se han visto.
El viernes, a modo de curiosidad enseñé a mis amigas el mensaje. ¡Craso error! Ellas también alimentaron sus fantasias romanticas y rocambolescas. "Victoria y Javier son amantes y se encuentran en un piso situado en Manchegos 16". "Manchegos 16 es un bar de alterne o un local de moda donde suelen ir J. Javier y Victoria" y mil invenciones más. Picada en mi curiosidad, el sábado le envié un mensaje a Javier diciendole que creia que se trataba de un error. Mensaje a mensaje descubro que es el director de la obra social de una entidad financiera y compañero de Victoria, la chica que estudió conmigo en la facultad. Al final ésta me envia un mensaje pidiendome disculpas y diciendomé que por error le habia dado mi movil en vez de el de otra persona que se llama igual que yo.
¡Adiós hombre de mi vida! ¡Adiós historia romántica! ¡Adiós triangulo amoroso! La verdad es que sonaba todo mejor en mi cabeza. Todo era más bonito en mi imaginación. ¡Qué asco de realidad! Pero como dicen en periodismo... no dejes que la realidad te estropee una buena historia.
P.D. Hoy Barack Obama jura su cargo de presidente de Estados Unidos en Washington. Un día histórico, dicen por ahí.
martes, 13 de enero de 2009
Nevada y propósitos del nuevo año
Empieza el 2009. Primera carta. ¿Propósitos? Este año ninguno. Ninguno importante, vamos. Comprarme las cortinas y lámparas del comedor si acaso. Intentar ahorrar más. No sé. Como no fumo y ya hago ejercicio no tengo que proponerme estos objetivos. No me fijo lo de ir de viaje a tal sitio o cambiar de curro, etc, etc. No me gusta hacer planes a largo plazo (es decir, más de dos meses).
Si acaso si me planteo leer más. El año pasado una biografia de Bette Davis, El retrato de Dorian Gray, La sombra el viento y Un Mundo sin fin fueron mis únicos titulos (aunque la II parte de Los pilares... equivale a tres novelas). El otro día fui a la biblioteca en busca de un libro. ¿Quién soy, adonde voy y con quién? fue un libro de autoayuda que me llamó la atención acorde con mi recurrente reflexión de cambiar de vida espiritual. Pero no me apeteció nada. En su lugar cogi Vida de los doce césares de Suetonio. Un libro escrito por un romano sobre la vida de doce emperadores. La historia clásica, una de mis grandes pasiones para comenzar bien el año. Un placer para mi intelecto (¡Dios! que pedante).
También me propuse ser fuerte y no caer en las redes del rico sexo con Carlos durante este 2009. Pero en esto ya he fallado. El fin de semana vimos una película, cenamos en un restaurante gallego y dormi con él tras retozar desnudos en su cama (que poético). Lo admito, mi carne es débil.
Mientras tanto disfruto de la nieve. Que yo recuerde, nunca han durado tanto los restos de una nevada. Normalmente al día siguiente se derriten los copos caidos el día anterior, y lo de la nieve se convierte casi automáticamente en un nuevo recuerdo meteorológico. Pero esta vez no. Y gracias a ello el sábado pude tirarme con mis amigos unos bolazos de nieve como Dios manda. Vivan los pequeños placeres.
En fin. Nada nuevo bajo el sol (o bajo la nieve, mejor dicho). Sigo aqui en el 2009. ¿Qué sorpresas me traerá?
Si acaso si me planteo leer más. El año pasado una biografia de Bette Davis, El retrato de Dorian Gray, La sombra el viento y Un Mundo sin fin fueron mis únicos titulos (aunque la II parte de Los pilares... equivale a tres novelas). El otro día fui a la biblioteca en busca de un libro. ¿Quién soy, adonde voy y con quién? fue un libro de autoayuda que me llamó la atención acorde con mi recurrente reflexión de cambiar de vida espiritual. Pero no me apeteció nada. En su lugar cogi Vida de los doce césares de Suetonio. Un libro escrito por un romano sobre la vida de doce emperadores. La historia clásica, una de mis grandes pasiones para comenzar bien el año. Un placer para mi intelecto (¡Dios! que pedante).
También me propuse ser fuerte y no caer en las redes del rico sexo con Carlos durante este 2009. Pero en esto ya he fallado. El fin de semana vimos una película, cenamos en un restaurante gallego y dormi con él tras retozar desnudos en su cama (que poético). Lo admito, mi carne es débil.
Mientras tanto disfruto de la nieve. Que yo recuerde, nunca han durado tanto los restos de una nevada. Normalmente al día siguiente se derriten los copos caidos el día anterior, y lo de la nieve se convierte casi automáticamente en un nuevo recuerdo meteorológico. Pero esta vez no. Y gracias a ello el sábado pude tirarme con mis amigos unos bolazos de nieve como Dios manda. Vivan los pequeños placeres.
En fin. Nada nuevo bajo el sol (o bajo la nieve, mejor dicho). Sigo aqui en el 2009. ¿Qué sorpresas me traerá?
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