La Navidad es ante todo una época de tradiciones. Algunas impuestas por años de constumbres (turrón, belenes, postales...). Otras nos las creamos nosotros mismos.
Para mi es una tradición hacer un resumen del año cuando éste toca su fin. Este dos mil nueve no tiene porque ser una excepción.
Para mi el 2009 no ha sido un buen año. Aunque hubieran me hubieran ocurrido las cosas más maravillosas del mundo, la muerte de mi padre lo habría borrado todo. Yo siempre digo que los años solo pueden ser malos cuando has perdido a un ser querido o estás muy enfermo. Y para mi se ha dado el primer caso. Por tanto, es un mal año. El peor de mi vida.
No puedo decir que el resto de las cosas me hayan ido mal. No he perdido el trabajo (algo casi milagroso en estos días). He mantenido a mis amigos. Puedo pagar la hipoteca. Me he comprado un coche muy apañado. Tengo salud. Sigo mis rutinas habituales, que no es poca cosa. En fin. Un año sin cambios si no hubiera sido por la pérdida de mi papa.
Y para el 2010... francamente, con el animo con el que estoy, simplemente, no espero nada. Tan solo, escribir una carta resumen del 2010 y que no me falte nadie más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
... el 2009 ha sido un año duro te entiendo,pero las faenas pasan y no las podemos remediar, por eso son faenas, pero hay que seguir adelante,intentando llenarnos de nuevas cosas bonitas que las malas han borrado. Así que te deseo que en el 2010 te vaya de perlas,y que puedas disfrutar de las cosas buenas que nos pasan aunque no nos demos cuenta... y que éstas puedan con las malas,que es lo importante. Duro es, pero por intentarlo que no falte ¿no? Bueno besotes, y buena entrada de año!!!
Publicar un comentario