Mi prima Andrea tiene un blog. Le he echado un vistazo y tiene una entrada llamada vida en la que hace un resumen de sus diecisiéte años a través de cortas frases que evocan algunos de sus recuerdos. Mi vida, de momento, es más larga, pero la idea me parece buena, así que voy a copiarla.
Nací en el 1978 en el seno de la familia JL. Vi a luz en la clinica La Milagrosa, en pleno barrio de Chamberi. Mi madre había tenido molestias todo el día, y cuando se quiso dar cuenta estaba de parto. Entonces no había ecografias y pensaban que sería otro niño (que se hubiera llamado Jaime). Mi padre, que cuando naci, andaba por ahi perdido visitando a no se quien, no se podía creer que yo fuese niña. Según mi madre, en cuanto naci tenía los ojos azules, muy abiertos, mirando con gran interés todo cuanto ocurria a mi alrededor. Cuando mi padre fue al registro mi madre le propuso tres nombres: María Isabel, Leticia (con "c") o Mercedes, y mi padre optó por el primero, clásico en la familia de mi madre (mi tia, mi bisabuela y tatarabuela por parte materna se llaman así).
Cuando empecé a andar vieron que torcia mucho la pierna izquierda. En Sanitas me detectaron una luxación congénita del femur, con respecto a la cadera. Dos meses estuve ingresada en la clinica Covesa con un cuadro vulcánico (creo que se dice así) para hacerme la tracción del hueso. Estuve escayolada seis meses. Mi padre me enseñó a andar con más de dos años en El Campo de Tiro.
Mi primer recuerdo visual es mi mano tocando el plástico marrón de la pared del cuarto de estar en casa de mis padres. Me gustaba su sonido. Mi primer recuerdo completo es cuando me operaron la segunda vez para quitarme la placa que me habian puesto en el femur en la primera intervención. Me operó el doctor Espeldegui. Tras la intervención pedí tres huevos fritos con torreznos y natillas de postre, que me trajeron en una copa.
Fui al parvulario en el colegio Santa Teresa. Le señorita se llamaba Ana Belén. Me gustaba mucho dibujar. Mi sueño era tener un caballete y una bicicleta. Conozco a mis amigos del barrio Noelia, Cristina, Soraya, Susi, Rocío, Felipe y Rubén desde que tengo uso de razón. Jugabamos mucho en la calle, particularmente en verano. Mis hermanos me llamaban gorda y buitra. Me peleaba mucho con ellos y alguna vez me zurraban. Me gustaba mucho estar con mis primas Maria del Mar, Cristina, María Jesús y con mi primo José Miguel (alias "Güili" por el amigo de la abeja Maya). Fui por primera vez a Barcelona con dos años. Con cinco a Aguilas (Murcia), con siete a El Campello (Alicante), con nueve a Santa Pola (Alicante) y con once repetimos en Aguilas. Siempre en El pajaro azul, el coche de mi padre, un Renault seis de cinco puertas. Sólo he estado en dos paises extranjeros: Andorra e Italia. No me gusta el avión.
Mi colegio era el Calderon de la Barca y para mi fue una gran frustación no ir a la misma clase que mi amiga Noelia. Mi profe en primero y segundo fue don Esteban y mi compañero de pupitre Simón. Merendaba por las tardes viendo Barrio Sesamo. Veía dibujos en la tele, pero también los telediarios. La radio por las mañanas en mi casa era una religión y Luis del Olmo su profeta.
El primer chico que me gustó se llamaba Javi y era el hijo del compañero de mi padre. Era guapo y muy gracioso, y a mi me encantaba porque me reia mucho con él. ¡Yo tenia cinco años y el solo siete! pero me gustaba estar con él.
No tengo pueblo y siempre lo he echado de menos. Soy muy golosa. Me pusieron gafas con nueve años, tres días después de mi primera Comunión, que es un día del que no guardo buen recuerdo, porque estaba muy tonta y mi vestido era el de mi prima Marichu y no mio propio.
Con catorce años fui al instituto Butarque. Allí conocí a mis actuales amigos. Ya por entonces me gustaba escribir, y era lo que deseaba hacer. Por eso me matriculé en periodismo en la Universidad. Recuerdo la adolescencia como una época complicada para mi a nivel psicológico. De los trece a los dieciseis me sentía rara, extraña, separada del mundo. Pero me lo pasé bien. La universidad la recuerdo como un mero trámite. Ni vivi la intensa vida universitaria pero me abrió la mente porque conocí a gente muy distinta a mi.
No me dedico a lo mio. He dado tumbos por varios trabajos, en general mal pagados. Me pasé muchos año en casa estudiando y saliendo poco, por eso supongo que ahora me gusta ir de un sitio para otro y no parar demasiado en casa. Todavía no tengo muy claro lo que quiero. Con treinta años me compré el piso. Con treintaiuno me compré el coche. Mi padre se ha muerto este año. Es lo más triste que he vivido y le echo de menos.
No se lo que me deparara el futuro. No puedo decir que haya tenido una mala vida, ni mucho menos. Quizás poco intensa en emociones pero si tranquila y apacible. Nunca me ha faltado de nada. No sé si he resumido bien lo que he vivido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Hola primaaa!! genial, vaya vida mas contundente!jeje, pues nada...a ver si seguimos dandole vidilla a esto de los blogs, un besazo fuerte
MUA (K)
PD: He empezado a escribir un librillo...jajajaja la primera entrada, mira a ver que te parece :)
Publicar un comentario