Este blog fue creado, en su día, como algo festivo. Aún así, aqui he introducido alguna carta bastante intimista, personal, digna de mi diario de toda la vida. Supongo que se trata de dos caras de la misma moneda.
¿Qué escribir aqui cuando tu padre fallece de manera inesperada? Porque eso es lo que me ha ocurrido. Que me he quedado sin mi papa. Podría contar un millón de cosas. Como ha sucedido, como me siento, que reflexiones tengo ahora mismo sobre la vida...
Y todas las palabras que pudiera escribir resultarían huecas, vacias. Nada va a devolverme a mi papa. Ni el que yo me encuentre mejor o peor va a influir en ello. Sólo sé que lo he perdido, que nunca lo voy a recuperar, que nunca volverá. Sin embargo, nada de esto causa en mi una emoción especial. No me siento especialmente triste o abatida. ¿Seré un monstruo? Simplemente creo, que todavúa no he caido en la realidad. Que me creo que estoy viviendo una realidad paralela, al estilo de la teoria de la relatividad de Einstein. Y que de un momento a otro, cruzaré de nuevo la barrera espaco-temporal y volvere a encontrarme con mi padre.
De manera absurda, mi cerebro aún tiene la esperanza de que todo esto es mentira, de que esto es una irrealidad. Simplemente, mi consciencia, mi mente, no concibe una vida sin mi padre y por ello cree que todo esto es mentira, no es real, que es sencillamente una pesadilla de la que prontó despertará.
¿Será frivolidad pura y dura? ¿Será inmadurez? ¿Será soberbia? ¿Sera un extraño mecanismo cerebral para seguir adelante y sobrevivir a la pérdida? ¿Será mi falta de empatia? ¿Què será? ¿Por qué no estoy rota de dolor, por qué no me siento desamparada? ¿Por què? ¿Por què?
Mi prima Cristina dice que el cuerpo sigue adelante mitigando los sentimientos, porque es imposible vivir con el dolor inicial que se experimenta al perder al ser querido. Yo he experimentado sorpresa, dolor, pena. Pero se que no al cien por cien. Se que todos estos sentimientos han sido mitigados por el asombro, por la sorpresa de lo inesperado.
Pero se que si Dios me da salud, y vivo uno, dos, veinte o cuarenta años, algunos días, muchos días, varios días, sentiré pena, angustia, desamparo. Porque he perdido a mi padre y ya no lo puedo recuperar. Se ha ido y no volvera. Lo he perdido. Lo he perdido.
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1 comentario:
Un beso enorme Isa.
Sólo te digo eso porque lo demás ya lo sabes.
Tampoco te doy animos, porque no se darlos (se que es ironico en mi caso), pero sabes que estamos (ya sabes quienes) y espero que eso, lo uses o no para llamarnos si nos necesitas, te valga de algo.
Miguel.
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