jueves, 9 de julio de 2009

En memoria a Michael Jackson

Las cosas que vive uno de niño nunca se olvidan. Se graban con fuego en la memoria y en el corazón.

Supongo que por este motivo he sentido la muerte de Michael Jackson. Durante mi más tierna infancia, viví intensamente el momento en el que se estrenó el video de Thriller. Me impactó mucho a mis cinco años. No me daba miedo, lo veía, pero lo de los zombis saliendo de las tumbas, los harapos, las manos que surgían de la tierra... ufff, aterrorizarme no me aterrorizaba, pero no me molaba especialmente ver esas cosas. Durante muchos años no lo volvieron a emitir, y cuando años después, con trece o catorce años lo volví a ver en un programa musical matutino que pusieron un verano (clip, clap, video se llamaba) me alegró mucho poder ver la versión integra, de catorce minutos, y comprobar que era tal y como lo recordaba.

Otro hito de Jackson en mi infancia fue el video de Usa for Africa. Hasta el momento nunca se había hecho eso: reunir a tantos cantantes para recaudar dinero para los hambrientos de Etiopia. Me acuerdo muy bien que la primera vez que vi el video era una tarde, estaba yo en casa, y el locutor insitíó mucho en la gran cantidad de artistas reunidos y la originalidad de la propuesta. En esas fechas, mucha gente llevaba la camiseta blanca con letras azules por la calle.

Lo cierto es que hasta mediados de los noventa, cada video y disco de Michael Jackson era esperado con expectación. Ninguno supero al de Thriller, pero eran buenos. Black or White, Jump, Scream (con su hermana Janet), Do you remeber time? o el video que hizo con Naomi Campbell los repetían hasta la saciedad. Y las canciones eran buenas

Y confieso que una de mis frustraciones infantiles fue no ver Moonwalker, aquella extraña película de Michael Jackson que mi prima Cristina y Jose Miguel si fueron a ver, mientras Mari Mar y yo vimos El oso en los minicines Ideal....

Precisamente por eso, porque durante mi infancia Michael Jackson fue el indiscutible rey del pop, me daba mucha pena estos últimos años cuando sólo era protagonista por sus extravagancias en su vida privada. Cuando le acusaron de pederastia o cuando vi el famoso documental de Telemadrid, comprando compulsivamente, o hablando de su arbol de pensar en Neverland, en cierto sentido se me cayó e mundo a los pies... ¿cómo alguien con tanto talento podía haberse convertido en el hazmerreir de la prensa internacional? ¿Cómo el que fue hábil para comprar los derechos de las canciones de los Beatles, o rodearse de muy buenos guitarristas y coristas en sus conciertos había caido en eso? Una lástima.

Todas estas cosas y muchas más hacen que Michael Jackson tenga un lugar especial en mi corazón. Porque está vinculado a mis primeros años de vida, como Naranjito, Candy Candy, V o ls Olimpiadas de Calgary y Seúl 88. Cuando todo era fácil, bonito y sencillo. Los momentos gloriosos de Michael Jackson forman parte de mi paraiso (la infancia perdida, como dijo Machado). Y por eso siempre le tendré un cariño especial y le recordaré como el que fue en los ochenta: el lider indiscutible del pop. Original en sus canciones y videos, creador de un estilo propio.

El ha muerto pero ha nacido su leyenda...

PD Y veo dificilmente superable el record de ventas de Thriller, un disco excelente

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