jueves, 27 de noviembre de 2008

La esencia lobuna

Enlazaré con mi carta anterior y hablaré de uno de mis libros favoritos: El lobo estepario, de Hermann Hesse

Lectura obligatoria en tercero de carrera, lo tomé prestado de la biblioteca municipal. Al principio me pareció un aburrimiento, para que lo voy a negar. Sólo me consolaba su brevedad.

Pero héteme aqui que llegué a la segunda parte del libro: Tractac sobre el lobo estepario. Iba yo en el metro camino de Aluche para tomar la 483. En las escaleras de la estación de Aluche, me tuve que parar y agarrar a la barandilla. El corazón me dió un vuelco: ¡¡No podía ser!! ¡¡Ese libro estaba hablando de mi!!

Más serena, en el autobús relei pausadamente el texto que me había estremecido, y que reproduzco en la carta anterior. Y efectivamente, me confirmé y me reconocí en él. Me acorde de mi profesora de literatura de COU.

- Lo bueno de los libros -decía- es que alguna vez pasas por una experiencia que crees que sólo te ha pasado a tí, que sólo has vivido tú, y te sientes solo. Y entonces coges un libro y lo lees y dices, ¡pero si esto es exactamente lo que a mi me sucede! Y te das cuenta de que no estás solo, y de que esos sentimientos también los tienen otras personas

Pues eso fue lo que me pasó con Harry Haller y el tratado del lobo estepario (no apto para todos). Pasados los años, esa primera impresión violenta se ha dulcificado, pero muchas veces me doy cuenta de que en el fondo de mi ser, por más que intente librarme de él, el lobo estepario es esencial en mi naturaleza, y a pesar de mis ligues, de mis idas y venidas, de mis salidas, etc, en el fondo de mi ser el lobo estepario está latente en mi. Y cuando creo que lo he matado, renace con más fuerza en mi espíritu. Siempre he ansiado la independencia, la autosuficiencia, y cuando las he logrado en ciertos aspectos, me doy cuenta de que son algo crueles, poseen ciertos aspectos de tristeza. Y si trato de librarme de la naturalexa lobuna intentando conectar espiritualmente con otras personas, me doy cuenta de mi incapacidad para ello.

En fin, con lo que me gustaría ser alguien de pensamiento normal, vulgar...

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