miércoles, 22 de octubre de 2008

Mi papá

Tras comprobar que nadie me lee (salvo yo misma) continuo con mi blog.

Mi padre se jubila. Tras 36 años trabajando en la Policia Local de Leganés su vida profesional toca a su fin. Ayer me encontré con un compañero suyo:

- Hoy comemos con tu padre para despedirle - me dijo
- Lo sé - contesté - pero él no quería que le hicieses ningún homenaje pues no se lo hacéis a ninguno.
- Es cierto. En los últimos tres años se han jubilado varios compañeros y no hemos organizado nada, pero tu padre es tu padre.

Si. Mi padre es mi padre. Como fútbol es fútbol. O la vida es así. Frases que no dicen nada y a la vez lo dicen todo. Ayer sus compañeros le regalaron un reloj Longines grabado, varias botellas de vino bastante caras y um juego de copas. Se reunieron más de 60, entre jóvenes, viejos y ex compañeros ya jubilados, cifra que es casi la mitad de la plantilla.

- No sabía yo que mis compañeros me querían tanto - me dijo ayer mi papa.

Cuando el compañero de mi padre me explicó la comida, como esperaban sorprenderle y como le iban a echar de menos, me emocioné. Mi padre a veces es realmente pesado, machista, poco cuidadoso y demás defectos. Pero es una bella persona. trata a todo el mundo por igual y desde su puesto de cabo nunca ha intentando perjudicar a nadie. Es generoso y lo da todo y muy cariñoso. Tiene un carisma especial y eso yo lo noto cuando voy por la calle y un montón de gente le saluda. Hasta mis amigas le tienen especial aprecio. E imagino que esa forma de ser es la que ha empujado a sus compañeros a rendirle un homenaje emotivo.

Mi padre no será el típico que se aburra pero si se que echará de menos algunas facetas de su trabajo, como el hecho de ir olisqueando para allá y para acá, tratar con la gente y el contacto con sus compañeros, tanto veteranos como jóvenes que le enseñan a estar en la onda, como el dice. Yo siempre he estado orgullosa de la profesión de mi padre y he presumido muchas veces de su oficio. Con su jubilación pierdo parte de esa capacidad para mostrarme orgullosa del agente (y cabo) número 13. Lo cierto es que su jubilación me ha sentado tan mal como cumplir treinta años. porque me hace caer en la realidad de golpe y darme cuenta del asqueroso paso del tiempo. Mi padre ya es mayor, ya entra en la tercera edad con 65 años. Pero yo aún le veo joven y activo. Mi padre es especial. Es un gran tipo. Una leyenda en la Policia. En fin, mi padre es mi padre.

1 comentario:

psicobus dijo...

Si lo habíamos leído, y te leemos, pero no me acordaba, porque no tenía el mismo sentido cuando lo colgaste, que ahora.