En segundo de carrera tuve como profesor al antropólogo y sociólogo José Antonio Jáuregui, el mejor profesor que he tuve en mi larga vida académica y que falleció hace unos cinco años. En sus clases, entre otras cosas, explicaba la importancia de los símbolos. Los símbolos, en si mismos, no eran nada: un trozo de papel, una señal de tráfico, un triste trapo en forma de bandera... Sin embargo, su importancia radicaba en toda la carga connotativa que llevaban dentro y que eran capaces de aglutinar a todo un pueblo, de unirlo.
Cuento esto por motivo del Mundial de Fútbol, que tras unos Juegos Olímpicos, es el evento deportivo con mayor seguimiento mundial. Hace ya dos años, con motivo del buen papel de la selección española en la Eurocopa, mucha gente se compró una bandera española y la colgó en su balcón. Y en el Mundial, con la llegada del equipo a la final, ha ocurrido lo mismo. En otro contexto, a todos los que han colgado una bandera se les hubiera calificado de "facha", pero claro, como hacía referencia a la selección de fútbol... pues no es lo mismo.
Pero para mi esto no deja de tener un cierto trasfondo triste. Me alegra ver que la gente se quita ciertos complejos heredados del franquismo y se reconoce en sus simbolos tradicionales: banderas, himnos, escudos... Pero también me parece un poco triste que sea el fútbol, y sólo el fútbol, el que nos haga recuperar esto y sentirnos orgullosos de nuestra nación y cantar eso del "Yo soy español, español, español...". ¿Por qué no aglutinarnos en torno a la bandera, o sentirnos orgullosos de ella y de lo español, cuando a un científico español se le reconoce fuera? ¿O a un artista? ¿o cuando se exporta a otros países sanas costumbres españolas? Y no hablo del chovinismo o de la frase, tan española, de "es que España es lo mejor" que se utiliza como muletilla. Me refiero a que es un poco triste, aunque no deja de ser emocionante, que sea algo banal como el deporte lo que nos une, y que sin embargo, lo esencial, lo básico, sea lo que nos divide. Y que no seamos capaces de movilizarnos tanto por los cuatro millones de parados, o la subida del IVA, o de la edad de jubilación, etc...
En fin. Concluyo con una frase que una vez escuché y que me parece la mejor manera de resumir lo que es la piel de toro:
España es un gran país a pesar de los españoles
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